El abstraccionismo psicológico de Julieta Prissell

.

.

El arte de Julieta Prissell puede considerarse de ecléctico por la mezcla de abstraccionismo, surrealismo y su construcción psicológica. De hecho, su apuesta esteticista se cimenta en un discurso plástico cuyos signos concuerdan con un tiemplo cíclico al determinar un campo memorial que lo convierte, a su vez, en metafísico.

Julieta Prissell se sumerge en el campo de la imaginación para materializar una filosofía cultural que determina las variaciones históricas del discurso que hacen de su arte un paraíso de mitos, los cuales se someten a la contemporaneidad más plural y de matices diversos. La historia que asume la artista para dar característica a sus realizaciones de perspectivismo contiene una cantera vastísima de signos y símbolos donde sobresale el arquetipo de su estilo, logrando, con ello, un análisis profundo del abstraccionismo que enriqueció teóricamente Kandinsky.

En el arte de Prissell, la permanencia de lo memorial traduce diversos campos de miradas, visiones del subconsciente que afirman la perspectiva de los sentidos y adquieren categoría de atemporalidad, al expresar su pintura sentimientos que dan altura al pensamiento, a la idea, lo que le permite al espectador estudiar la naturaleza con relación al conocimiento en que se apoya la historia individual del artista.

Julieta Prissell se caracteriza por ser una artista inteligente, orgánica, conceptual y pedagoga. Su amplia experiencia forma parte de una factura muy personal en la que revela una permanente identidad plástica. Esto explica las variables de sus realizaciones donde acentúa y enriquece el lenguaje que sirve de base a su disciplina rigurosa, o su metahistoria, donde la imaginación se sitúa por encima, incluso, de los argumentos estéticos.

La tensión interna que crea su obra plástica refleja un conjunto de signos, símbolos, formas y lenguajes que sirven de gritos reprimidos, de válvulas de escape ante los dramas y dilemas que padecen sus personajes, disfrazados mediante una abstracción que en su identidad cultural y psicológica permite una ontología del ser de “reverso mágico. Existe, pues, en sus cuadros, una especie de desdoblamiento contradictorio a partir de las diversas escenas y la unicidad de un lenguaje que se sitúa en la alteridad para expresar sueños, silencios y pasiones que se nutren del absurdo y de una iconografía muy contradictoria.

De esta forma, articula, también, un simbolismo cromático que convierte en sutilezas, fantasía y metamorfosis colores como el amarillo intenso, el rojo, el azul cielo/profundo, el gris claro/oscuro, el marrón, un rosa intenso, el cual, mezcla con amarillo/rojo, el blanco y el negro que acusan un lenguaje utópico y conceptual. Su modo de estructurar la composición de su cartografía cromática y sígnica constituye, la prueba de su código de identidad comprobable.

Nació en 1979 en San Isidro, República Dominicana. Julieta “Prissell” Pérez-Santana es una reconocida artista dominicoamericana cuyas obras abordan los temas de los inmigrantes y del existencialismo a partir de sus experiencias y apuestas que denotan una metahistoria mediante los símbolos que esta reputada artista pone en contexto para construir un discurso pictórico de mucha complejidad.

Cuando tenía cinco años emigró con su familia a Chicago, donde comenzó su viaje artístico y académico. Se graduó de Schurz High School en Chicago, IL en 1997. Posteriormente, inició sus estudios de Bachillerato en Artes Liberales, Trabajo Social y Psicología en Northeastern Illinois University, cursando desde 1998 hasta 2004. Durante este periodo, también tomó clases de Arte y tuvo su primera exhibición individual en el 2000, basada en el tema La comunidad.

Su trabajo con jóvenes comenzó en la organización comunitaria Casa Central-YOU (Youth Options Unlimited), ubicada en Humboldt Park, Chicago, IL. Allí realizó exhibiciones colectivas con jóvenes en la organización YOU Arts Exhibitions en 2003, 2004 y 2005, organizadas e implementadas por Prissell Pérez-Santana. Continuó su formación académica realizando una maestría en Trabajo Social Clínico y Salud Mental en Loyola University, de 2009 a 2010. Tras finalizar su maestría, aprobó el examen de Licencia Clínica de Trabajo Social (LCSW).

Su obra, en sentido general, expresa una síntesis composicional de mucha sutileza y, al mismo tiempo, le imprime a sus cuadros una fantasía sorprendente, debido a la escala de símbolos que pone de manifiesto. Con ello logra una evolución sistemática que guarda reciprocidad con un lenguaje plástico que atraviesa toda la atmósfera de sus cuadros e implica, grosso modo, un corpus imaginativo intenso y surrealista.

Tags relacionados