Madurar
Tiene que ver con que los amigos todos pasan de los 50 años, tienen hijos, están casados o viven solos o con sus madres y aunque ya no salen tanto, todavía andan en jeans y conservan esa forma de hablar que hace saltar en tu cabeza otra época de tu vida.
–Dime a ver cobraaaaa!
Tiene que ver con otra época de este país que aún no ha llegado, en la que la política no sea exclusivamente un bulloso caravaneo, bandereo-bandereo-bandereo, publicidad-publicidad-publicidad, carteles-carteles-carteles, muchas paredes y letreros pintados con los colores y las caras de cada partido, de tal forma que cada pared, cada palo de luz, cada barrio parece una boleta electoral. Una época que esperemos llegue pronto, en la que los candidatos a senadores, a diputados, etc, en la que todos los candidatos tengan verdaderas propuestas para mejorar la vida de los ciudadanos que aquí vivimos.
Tiene que ver con no convertir la política en un relajo, con establecer normas y procedimientos que respeten a los ciudadanos de Santo Domingo.
Tiene mucho que ver con el amor que uno le tiene a esta ciudad, que no para de crecer físicamente y que uno espera que algún día crezca también, que madure, en términos políticos.