Sea post
De todas las cosas que me han marcado, ahora escojo el hecho de haber nacido y vivido durante la mayor parte de mi vida en una isla. Desde niño el mar tuvo mucha presencia en mi vida, hasta los 13 años viví a una cuadra del malecón, siempre veía mucho el mar, hasta para ir al colegio todas las mañanas pasaba frente al mar. Varias veces he escrito marinas o textos inspirados en ese noble azul que embellece este mundo y ahora es que falta mambo, digo mar, y ahora es que falta mar.
Nunca olvidaré las enormes olas que vi cuando el ciclón David azotó Santo Domingo, montañas azules se reventaban contra los arrecifes y durante unas horas a los residentes de Costa Brava, el barrio en que yo vivía, nos entretuvieron, gritábamos: "Ciclón David, bbrrrrrrrrrrruuuu, ciclón David, bbbbbbrrrrrrrruuuuuuu", como en una especie de reto infantil, luego hubo que recogerse y temer a su poder. He aquí cómo se enardece la nobleza.
Ahora, al recordar ese sentimiento que provocó conocer mejor el mar, sólo una palabra viene a mi mente: RESPETO