Gertrudis Gómez de Avellaneda, una romántica empedernida
¿Serás del alma eterna compañera,
Tenaz memoria de veloz ventura?
¿Por qué el recuerdo interminable dura,
Si el bien pasó cual ráfaga ligera?
El Romanticismo se caracterizó por resaltar la sensibilidad emocional, dando libertad a los sentimientos e ideales, desde la belleza. Para Gertrudis Gómez de Avellaneda, el romanticismo fue una forma de defenderse ante al mundo, un estilo de vida. Gómez de Avellaneda en sus escritos se muestra como una romántica empedernida, donde embelleció sus sentimientos como método de expresión. En sus escritos exalta la libertad, la religiosidad, entre otros aspectos, y el amor, siendo el más resaltado.
Gertrudis dejó su corazón en sus escritos, al leerlos se puede sentir su amor, pesares y dolores. Sus escritos logran envolver al lector de forma tal que conecta tal como si fuera el lector quien viviera en sus pensamientos. Desde sus obras se reconoce una autora que, a corazón abierto, plasmaba con una belleza sinigual lo vivido a flor de piel. Basta con leer las evidencias dejadas de su vida para saber que Gertrudis utilizaba la escritura como expresión del alma. Es por esto que a esta empedernida del amor se le puede conocer a través de sus poemas.
Para Gómez de Avellaneda, que siendo una romántica que tenía un acercamiento con el ámbito religioso, la divinidad,
No juzgo al universo una quimera,
porque en él busco a Dios, porque en Dios creo.
El amor era percibido como una idealización de la persona amada hacia lo divino, siendo el receptor de este amor concebido como una especie de dios ante Tula, como también era conocida Gertrudis, así lo describe uno de sus hermosos poemas, que lleva por título “A él”.
¿Qué ser divino era aquél?
¿Era un Ángel o era un hombre?
¿Era un Dios o era Luzbel...?
¿Mi visión no tiene nombre?
¡Ah! nombre tiene... ¡Era él!
En uno de sus sonetos, se muestra abrazada a su idea del amor, entendiéndose totalmente cegada por las virtudes de su amado o la idealización que tiene de éste, de forma tal, que todo a su alrededor se vuelve inexistente, desaparece. Esta escritora muestra el amor con tanto poder, que puede llegar a controlar, aún, el funcionamiento consciente del cuerpo, además presenta el sentimiento de ese amor, tal si fuera fuego.
Ventura tanta -que envidioso admira
El querubín que en el empíreo mora
El alma turba, al corazón devora,
Y el torpe acento, al expresarla, espira
Ante mis ojos desaparece el mundo,
Y por mis venas circular ligero
El fuego siento del amor profundo.
Partiendo del amor divino, que ciega al que lo siente, se encuentra aquel que al no ser correspondido, e imposibilitado, se pierde. Gómez de Avellaneda, en su poema “Significado de la palabra yo amé”, deja en evidencia que el sentimiento más fuerte de amor puede desvanecerse en
el tiempo, lo que deja al gran amante con frente a la imposibilidad de los sueños antes pensados. Además, es notable la idea de que el amor trae consigo promesas, que se rompen cuando el amor se va.
Con yo amé dice cualquiera
Esta verdad desolante:
-Todo en el mundo es quimera,
No hay ventura verdadera
Ni sentimiento constante.
Yo amé significa: - «Nada
Le basta al hombre jamás:
La pasión más delicada,
La promesa más sagrada,
Son humo y viento ¡y no más!»
Gómez de Avellaneda también hace referencia al sucesivo de la pérdida de un amor, el recuerdo que interrumpe la calma, para hacer volver el pensamiento de ternura, volviendo cualquier momento apacible, en tristeza. Gómez de Avellaneda llama a este recuerdo como interminable, en “El recuerdo importuno”, en este escrito deja su alma al descubierto, dejando expreso lo duradero e impertinente que llega a ser un recuerdo, aun cuando el momento recordado fuera raudo.
¿Serás del alma eterna compañera,
Tenaz memoria de veloz ventura?
¿Por qué el recuerdo interminable dura,
Si el bien pasó cual ráfaga ligera?
De esta manera, se logra visualizar los distintos momentos por los que puede pasar una persona que se vive el romanticismo, que en su sentir y pensamientos se puede percibir a un
romántico empedernido. Desde los escritos de Gertrudis, se le puede conocer como una romántica empedernida, siendo esta crónica de idealización, ceguera emocional, pérdida del amor y dolor causado, un ciclo que se repite incesantemente en la vida de la autora.
Estos poemas revelan la sensibilidad romántica de Gertrudis Gómez de Avellaneda y su habilidad para expresar diversas facetas del amor, desde la euforia hasta el dolor y la tristeza, a través de su poesía. Estos poemas abordan temas relacionados con el amor, la pasión, la añoranza y las complejidades de las relaciones sentimentales. Su poesía amorosa se caracteriza por la intensidad emocional y la expresión apasionada de los sentimientos amorosos.
Sus armoniosos versos comunican la hondura de sus pensar y sentir, como expresión del amor, la religiosidad o la melancolía por su tierra. Sus escritos son vitales para conocer de cerca el movimiento del Romanticismo. Aquellos que se mueven por este movimiento, deben de conocer a esta autora, sentirla y vivirla, puesto que en ella el Romanticismo se encuentra en su máxima expresión.
En sus poemas disfrutamos del más sentido y sufrido amor, además de cómo la autora utiliza palabras sin desperdicio alguno, las más oportunas para plasmar sus sentimientos, haciendo que cada palabra al leerla transporte al lector al momento mismo en el que fue escrito, incluso haciendo sentir al lector como protagonista de lo que lee. Los poemas de Gertrudis, puestos en evidencia aquí, se fundamentan en el amor desdichado como tema central.