Mis 500 locos
El conocido cineasta dominicano residente en los estados unidos recrea experiencias familiares con el doctor Antonio Zaglul
Recuerdo al Dr. Antonio Zaglul en un par de reuniones del Grupo de Damas del Patronato del Psiquiátrico Padre Billini, al cual mi madre, junto a otras señoras de la élite dominicana, formaba parte activa para mantener en pie una institución en precariedad crónica. "Toño", como afectuosamente ellas llamaban al padre de la psiquiatría dominicana, les contaba anécdotas sobre "sus locos", como cariñosamente se refería a sus pacientes del psiquiátrico de Nigua en tiempos de Trujillo. Años más tarde, la prosa limpia, elocuente, erudita pero a la vez accesible de su libro, 'Mis 500 Locos', me transportó a aquellas reuniones entrañables. Lo mismo me ocurrió con la película de Leticia Tonos Paniagua, cuya narrativa cinematográfica muy bien lograda me evocó la afectuosa voz de “Toño” conversando con mi madre y sus amigas. Del filme quiero destacar la fotografía de Luis Enrique Carrion Alvarez, la correcta ambientación y diseño de producción de Lorelei Sainz Franco, los valores de producción conseguidos por el tándem Rafael Elias Munoz/Leticia Tonos, y las actuaciones memorables de Lía Chapman (Pichirilli), Ico Abreu (El Tuerto) y, por supuesto, de Luis José Germán, un talentoso actor al que ya he tenido el privilegio de dirigir y cuya verosímil interpretación del personaje me retrotrajo a aquellas tertulias en las que “Toño” nos contaba de sus 500 entrañables locos.