Las aventuras del doctor Alquitrán
Enorme rostro azul de azules ojos con una minúscula barbita blanca colgando de una azul barbilla, ocupaba completamente todo el espacio de una pantalla gigante, en una alta pared de un pabellón en una factoría, en la que se disponían a comenzar a trabajar.
Bajo la pantalla gigante se extendía un amplio terreno ocupado por una multitud de obreros vestidos con overoles azules, estos a penas se movían o charlaban, mas que humanos parecían maniquíes.
Aún se acercaban los que recién llegaban a la multitud azul, cuando por unas grandes y modernas bocinas dispuestas bajo la pantalla se escuchó el atronador ruido de un golpe seco, luego otro ruido lento y pesado, similar a cuando se arrastra algo sólido sobre pavimento, un altísimo carraspeo, y de golpe silencio total.
Los enormes labios pálidos del rostro azul de ojos azules y minúscula barbita blanca en la pantalla gigante comenzaron a moverse y se escuchó a intimidante volumen:
-DULCE DÍA TENGAN TODOS. DULCES SUEÑOS PROVOQUEMOS EN LOS DEMÁS, ES JA-JA-JA-JA-JA-JA-JARTOS DE SU-SU-SU-SU-SUFRIR AMARGURAS QUE ESTAMOS, ES JU-JU-JU-JU-JU-JUSTO QUE ENDULCEMOS A LOS DEMAS. EL TIEMPO DE ENDULZAR EL MU-MU-MU-MU-MUNDO HA LLEGADO, ADELANTE VALiENTES, SIEMPRE ADELANTE, A ENDULZAR.
Debajo de la pantalla gigante, una multitud de hombres vestidos con overoles azules mantuvo un silencio de misa, escuchando aquella voz, hasta que otra vez se hizo el silencio de misa, entonces dieron al mismo tiempo tres aplausos y gritaron JA, tras lo que unas compuertas se abrieron y comenzaron a pasar todos poco a poco con una coordinación extraordinaria. Todos se movían a la vez, muy sincronizados, mas aún en silencio, sin siquiera levantar murmullos.
En una habitación pequeña y toda alfombrada de azul, un enanito con la misma enorme cara azul que se había apoderado de la pantalla y de la multitud, saltó ágilmente de un taburete al alfombrado piso y habló alegremente, casi gritando de euforia: -Terminó la-la-la-la-la trasmisión del día, otra vez los tenemos. Hay que celebrar.
Un feliz grupo de altas mujeres azules de enormes senos recibió amorosamente al enanito azul, con enormes risotadas.