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Zapatero a tus zapatos

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Nelson Pinal Borges, MI & FIDE TrainerSanto Domingo, RD

La prestigiosa Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) anunció que organizará a mediados de septiembre el Primer Clásico Internacional de Ajedrez Pedro Henríquez Ureña in Memoriam. El evento contará con la participación de Grandes Maestros foráneos y jugadores locales y es una gran iniciativa de la UNPHU que debe ser aplaudida por los ajedrecistas ávidos de torneos internacionales dentro del país. La lid se realizará mediante el sistema suizo a 9 rondas con 16 jugadores y contará con una bolsa de premios de más de 15,000 dólares.

Le deseamos éxitos a los organizadores; no obstante, mi satisfacción por el torneo, la expresé en un destacado canal de ajedrez online, que la estructura organizativa del evento debe mejorarse porque el número de rondas no se corresponde con el número de participantes de acuerdo con las normas que establece el Hand Book de la FIDE para los torneos regidos por el Sistema Suizo.

El Sistema Suizo, (que se usó por primera vez en el torneo Zúrich 1895, de ahí su nombre), tiene como principio que la “designación del rival en cada ronda, dependerá fundamentalmente de la puntuación en ese momento”. El número total de rondas se prefija y casi siempre es relativamente reducido en comparación con la cantidad de jugadores. Se conocen torneos suizos con más de 100 participantes y solo 7 o 9 rondas.

La fórmula que rige el número de rondas es R es igual a log2, donde J es el número de participantes, o sea, 4 rondas, para 16 participantes; 5, para 32; 6, para 64, etc. Como puede entenderse fácilmente, se trata de una potencia perfecta de 2: el número de participantes es igual a 2 elevado al número de rondas.

En casos muy justificados se puede aumentar una o dos rondas, siempre que no se dañe la calidad del evento y se cumpla con el fundamento de que se enfrenten jugadores con la misma puntuación, lo que conlleva a que el torneo sea equitativo para todos los participantes y se garantice la calidad del mismo, ya que no sería correcto que en las últimas rondas se enfrenten jugadores con puntuaciones muy diferentes.

Ante tal desaguisado nos viene a la mente la frase “zapatero a tus zapatos”.

En el ajedrez, con una historia de 15 siglos, como en otras actividades del quehacer, artístico, administrativo, científico, etc., se cumple el principio de “zapatero a sus zapatos”, que significa fundamentalmente que debemos ocuparnos de lo que sabemos y entendemos. Porque cada profesión tiene su arte y lo entiende mejor quien lo ha estudiado, vivido y sentido en sus entrañas.

El origen del dicho “zapatero, a tus zapatos” se remonta al siglo IV a. de C., en la Antigua Grecia. Refiere Plinio el Viejo que, en una ocasión, un pintor de nombre Apeles, atendiendo a la observación que un zapatero le hizo sobre la confección de una sandalia en su cuadro, rectificó la pintura. El zapatero, a continuación, siguió haciendo observaciones y críticas a la obra, lo cual exasperó al artista, que le recomendó que, puesto que era zapatero, hacía mejor en ocuparse de lo que entendía: zapatos.

No será un buen jefe de limpiabotas quien nunca ha ejercido ese oficio, ni sentirá lo mismo si no ha sudado por años en ese trabajo y lleva en el alma el sentimiento de agradecimiento por su labor. Las consecuencias de “hacer sin saber” se refleja en la toma de decisiones y en las políticas aplicadas en diferentes áreas, momentos y tareas. Por lo general estos jefes frenan el desarrollo del área donde se manifiestan.

La actuación de los equipos dominicanos en la recién finalizada Olimpíada mundial, matizada por errores técnicos y organizativos previos a la lid, constituye un ejemplo de “cada uno en su arte”. No se puede realizar, enseñar o aplicar lo que se desconoce; ni el emperador Napoleón Bonaparte invocando su poder absolutista se atrevería a imponer algo que ignorara en la teoría y la práctica.

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