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El maestro Zhang Yimou

Zhang Yimou y su diva Gog li.

Zhang Yimou y su diva Gog li.

Zhang Yimou (Pekín, 1951) fue un cineasta de corazón. Y con los pantalones ajustados a su cintura. No descansó hasta que su nombre y el de su patria resonara en occidente como potencia cinematográfica. Llevó a la pantalla con espléndida hermosura el tiempo que le tocó vivir. Conoció a China de punta a cabo. Su cine abarcó dos grandes etapas: la denuncia social durante el período de la mal llamada Revolución Cultural (1966-1968), y las aventuras de guerreros solitarios contra el despotismo imperial.

Yimou se burlaba de dazibaos obsoletos, todos colgados en murales públicos donde señoreaba la palabra del poder.

Pocos han llenado obra y vida. Actualmente vive dentro de China, tiene setenta años y sigue haciendo cine, aunque de forma más discreta. Pero cine del bueno.

No le viró la espalda al cine el cine comercial pero tampoco creyó en finales felices. Su obra se mueve con altura. Imprimió la mirada de un artista que aprendió a captar, por un lado, los complejos mecanismos del ser, y por el otro, las diversas técnicas del combate oriental. Su mirada fue un vivo reflejo del tiempo que le tocó vivir, pero también de la historia, la epopeya guerrera y los sueños de una sociedad que luchaba por crecer.

Fue un cantor de la mujer. Un defensor de su importancia y un resaltador de su estatus. Por eso siempre las improntas femeninas ocupaban el tema central de sus películas, desde una simple esposa comprada hasta la maestra de escuela resistida a la burocracia partidaria de su región. Tuvo que abandonar sus estudios a los quince años para servir al Estado de forma casi obligatoria como operario textil por espacio de diez años. Allí conoció limitaciones intelectuales para jovenes con vocación.

Durante esa época fue un cumplidor de la disciplina y un observador nato. Salió del taller graduado en licenciatura callejera: conoció las peculiariades de la vida rural y las tradiciones de su país. De regreso a la ciudad retomó sus estudios y desde 1978 se integró a la Academia de Cine de Pekín, de la cual egresó en 1982. Sus primeros trabajos profesionales dentro del mundo del cine fueron como fotógrafo y dibujante.

Siempre se interesó por los misterios de la cámara, estudió sus secretos. Y experimentó con ella hasta hacer de ella el centro de su vida, el oficio que determinaría su vocación por el séptimo arte.

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