Desde la última butaca
Distancia de rescate
Se nos tiene acostumbrados a un cine plano. Ese cine donde una historia común es la clave con elementos convencionales (igual que una novela comercial): introducción, nudo y desenlace. Buenos y malos, perdedores y entusiastas, tontos y locos, policías y ladrones, frustrados y frustrantes se enfrentan en guiones que los hacen ganar o perder de acuerdo a los intereses de la industria.
“Distancia de rescate”, de la peruana Claudia Llosa (“Madeinusa”, “La teta asustada”), vulnera esos parámetros y acude a lo sutil, a simbologías y misterios para introducir al espectador en la problemática de la maternidad desde ángulos distintos: la sobreprotección y la libertad. Y también refiere el tema de la ecología y el daño de la fertilización agrícola.
Una voz en off desencadena dos historias: la de un menor intoxicado y una niña vacacionista. Esa voz aporta datos segmentados que, a lo largo del filme, nos auguran el peligro por asumir conductas cuestionables, por el daño ambiental provocado por la insensatez.
Claudia Llosa sabe atender los detalles técnicos para armar una obra respetable: el guion, la cámara (en sus diversos planos y secuencias), los encuadres, la banda sonora, la ambientación y locaciones.
Es un cine barato, pero intenso. Muy humano.
El casting supo elegir. Las protagonistas María Valverde (España) y Dolores Fonsi (Argentina) destellan a partir de sus diálogos, miradas, secretos y silencios.
Lástima que el final sea más (previsible) deje en el aire una solución efímera. Pero ese es el cine de Claudia Llosa y merece respeto.
Este estreno de Netflix hará de qué hablar. Hace mucha falta.
Ficha técnica
País: España-Argentina-Perú. Año: 2021. Duración: 95 minutos. Directora: Claudia Llosa. Guion: Samanta Schweblin (autora de la novela de igual título) y Claudia Llosa. Reparto: María Valverde, Dolores Fonzi, Germán Palacios, Guillermo Pfening, Emilio Vodanovich, Guillermina Sorribes, Marcelo Michinaux y Cristina Banegas. Sinopsis: Una madre y su pequeña hija llegan a una casa de veraneo. Junto a los animales, plantaciones de trigo y visiones sobrenaturales, un conflicto humano se transforma en un peligro que la madre no está en condiciones de entender.