Desde la última butaca
The stronghold
El tema de la droga está de moda. Sin embargo, su efectividad carece de la garra de otrora, cuando la mafia traficaba con cigarrillos y alcohol.
Algunos países como Francia apuestan a guiones que rompen las tradicionales aristas de violencia gratuita de muchos filmes con temas similares.
Uno de esos guiones ampara la cinta “The stronghold” (Bac Nord), de Cédrid Jiménez. El libro cinematográfico del que parte aporta elementos distintos a la ya conocida lucha entre informantes, y equipos uniformados. Ese guion permite respirar. Hace que la obra se distinga por el nivel actoral y la inmediatez de una cámara enfocada en adoptar formas y estilos similares a los fotogramas de Hollywood. En este caso la cámara se mueve desde tres planos distintos y con secuencias de acciones similares.
Es una cámara intrigante, que sabe caminar de un lado a otro y acepta sin titubeos sus influencias norteñas.
La puesta en escena recurre a la cotidianidad, al cine barato donde las locaciones se repiten desde ángulos distintos y dejan entrever cierta novedad al igual que los encuadres y una banda sonora natural, que encierra al espectador en un laberinto de intrigas y secuencias dentro de unos sonidos donde no solo las voces de los protagonistas afloran con discursos propios de ese segmento policial que para destruir la delincuencia debe recurrir a métodos fuera de parámetros legales.
Llama la atención el tiempo cinematográfico bien llevado y mejor disuelto dentro de secuencias que sorprenden a un espectador abrumado por obras que reiteran abismos humanos. Inspirada en hechos reales, a veces choca su excesivo naturalismo. Está en Netflix.
Ficha técnica: País: Francia. Año: 2020. Director: Cedrid Jiménez. Guion: Benjamín Charbit, Audrey Diwan y Cédrid Jiménez. Reparto: Giles Lellouche, Karim Leklou, Francois Civil, Adele Exarchopoulos, Kenza Fortas, Idir Azougli y Michael Abiteboul.
Sinopsis :Un equipo de policías desmantela una peligrosa banda de narcotraficantes en Marsella gracias a una informante que colabora con ellos a cambio de cannibais.