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ARTES PLÁSTICAS

Una artista comprometida

SU TRABAJO LA HA HECHO MERECEDORA DE RECONOCIMIENTOY DE NUMEROSOS PREMIOS A NIVEL NACIONAL E INTERNACIONAL

Escuchar a una mujer que posee ideas tan claras y firmes sobre la vida, resulta una experiencia enriquecedora. Saber que República Dominicana cuenta con artistas comprometidos con su trabajo, hace más alentadora la lucha por un “futuro mejor y más justo con cada uno de los habitantes de esta media isla”. Ante una personalidad tan definida, solo queda aprender de sus palabras. El arte sensibiliza, conecta y entiende. Aunque suene inocente al decirlo creo que un artista tiene el poder de cambiar a la sociedad y cuando una obra de arte está frente a una persona y le hace cuestionarse sobre una serie de cosas que no permitían que tuviera una visión más amplia, quizás hay cierta influencia. Tengo una misión en mi país. Sentía que había mucho trabajo por hacer y me gustaría contribuir con eso, junto al colectivo “Quinta Pata” quisiera cooperar con la cultura y las artes plásticas, para movilizar a la sociedad y eliminar sus prejuicios. ¿Será difícil ser artista en República Dominicana? Depende de lo que entendemos por artista. Si se es un artista que hace una obras para decorar un espacio, ese tipo de arte ha sido aceptado por nuestro medio, pero siento que no hemos asumido la vida con el arte. Para una persona como yo, que hace obras no convencionales y que no son “mercadeables” suele ser un reto. Estoy creando más cultura que un mercado para mí misma, no es tan fácil, pero es maravilloso por un lado porque tengo mi libertad y siento que estoy en mi camino y digo lo que quiero decir, pero tiene sus limitaciones porque no existe una estructura para ayudar a gente que hace lo que yo hago. No siempre conseguimos financiamiento, todavía se necesita mucho. La falta de apoyo ha sido lo más difícil. No hacer solamente mi trabajo, sino hacer el de tanta gente a la vez para que el mío pueda funcionar. Lo ideal sería solo hacer arte y que lo que pase luego de que mi creación salga de mi puerta sea opcional, pero los artistas dominicanos estamos muy involucrados en demasiadas tareas (desde la parte de curaduría, hasta escribir sobre nuestro trabajo). Hace su entrada un maravilloso interludio. La obra que con que gané este año el premio del Centro León surge de la idea del cuerpo femenino público tan presente en nuestra cultura. Por un lado el cuerpo puro, virgen, complaciente, sumiso, por otro lado el cuerpo perfecto, seductor y sexualizado. También está el cuerpo que no nos pertenece, el cuerpo donde otros deciden sus capacidades, deseos y destino. El cuerpo político, el cuerpo publicitario, el cuerpo religioso, el cuerpo glorioso, el cuerpo del pueblo. ¡El cuerpo mío que no es mío! Y en lo que las críticas van y vienen… En la penúltima edición del concurso del Centro León, mi obra “Preámbulo” generó mucha controversia. Pienso que fue por cómo la interpretó la gente, porque cuando el público no posee el conocimiento para interpretar una creación quizás antes hacer algún juicio debería intentar conoce más de lo que se trata. Me enfoco más en el trabajo, pero sé que muchas de mis obras pueden resultar chocantes. Muchos creen que mis trabajos solo tienen que ver con la sexualidad y es todo lo contrario, se relacionan más a la condición humana y al género masculino y femenino y con nuestra experiencia de vivir dentro de un cuerpo, pero este tipo de planteamiento la gente suele hacer una lectura superficial. Siento que esta muestra del concurso Eduardo León Jimenes ha sido una de las mejores alegrías. Pienso que hemos tenido periodos de timidez de parte de los artistas y realmente no los culpo porque cuando hay tan poco apoyo y te estás lanzando y debes dedicarte a otras cosas para sustentar tu carrera, no tienes el tiempo que necesitas para dedicarte a tus obras. La primera revolución que tenemos que tener está en la educación. Lo que más necesitamos son escuelas de arte, que tengamos buenos centros que enseñen disciplina que enseñen a los artistas a entrar en diálogo con lo que está sucediendo en el mundo, porque tener una educación en arte clásica no le da muchas herramientas a un artista para expresarse. La esencia y la sustancia es más importante que el despliegue, lo importante es conocer lo que se puede hacer. Inclusive nuestros políticos, que tanto nos amargan, si tuvieran otro nivel de pensamiento y educación fueran distintos. ¿Más premios para Raquel? Quisiera poder hacer mi trabajo todos los días y encontrar el balance dentro de ello. Cada día que pasa más quiero ver las cosas buenas que hay en el mundo y enfocarme más en ellas. Dentro de mi trabajo y dentro de la vida general ese es mi mayor reto.

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