URBANÍSTICA
Un barrio descuidado
ESTE ENCLAVE DE LA CULTURA ORIENTAL EN REPÚBLICA DOMINICANA SE CAE A PEDAZOS ANTE EL DESCUIDO DE LAS AUTORIDADES
La época de luces hace mucho tiempo que dejó atrás al Barrio Chino de Santo Domingo, hoy día este “pedazo de Asia en el Caribe” se encuentra sumido en una oscuridad que le resta valor. Buscar culpables ante esta realidad no limpiará sus calles, ni le devolverá la riqueza que disfrutó en sus inicios. La única solución es que tanto las autoridades del Distrito Nacional, como el resto de la población tomen cartas en el asunto. Como toda “novedad”, el Barrio Chino de Santo Domingo captó desde su inauguración la curiosidad de nacionales y extranjeros que acudían a visitarlo. En la actualidad la historia es diferente y varios problemas amenazan con destruir este enclave. El primero, la acumulación de basura en las calles y en las plazas “Confucio” y del “Zodíaco Chino”. El segundo lo constituye el robo de luces y tarjas. Mientras que el tercero, no menos importante, lo representa el daño sufrido por las estatuas a causa del vandalismo -con graffitis- y por el descuido del Ayuntamiento, con oxidación y suciedad acumuladas. De acuerdo a Julio Cesar Pou, guardián en el “Chinatown”, este sitio puede estar mejor debido a su aporte al comercio de Santo Domingo. “Hay muchas cosas que se están deteriorando, cuando se invirtió una suma millonaria en eso”, dice Pou. Por otro lado, el comerciante José Aybar señala otros problemas: entre ellos las guaguas ‘voladoras’. “Esos minibuses no deberían dejarlos entrar porque pasan como locos. Hay que poner aunque sea un ‘policía acostado’ para que no bajen tan rápido de la Duarte, espero que las autoridades tomen acciones antes de que suceda una desgracia”, agregó. Un poco de historia La idea de crear un Barrio Chino en Santo Domingo, empezó desde principios de la década de los noventa. El ocho de diciembre de 2004, el gobierno dominicano otorgó a la fundación “Flor Para Todos”, presidida por Rosa Ng, el permiso para empezar el proyecto. El sueño se materializó cuando en abril de 2008, el presidente Leonel Fernández remozó el “Barrio Chino de Santo Domingo”, (catalogado como el “octavo barrio chino” del mundo), construido por el gobierno a un costo superior a los RD$267.0 millones. Luego de inaugurado se firmaron varios acuerdos con los Ministerios de Turismo y Cultura para promover y exaltar los valores turísticos y culturales del lugar. Además se llegó a un convenio con la Policía Nacional para la protección del área. Algunos de los planes a futuro consistían en un museo de cultura china, un teatro y una clínica de medicina oriental. Ninguna de estas metas se ha alcanzado. De acuerdo a las noticias que salían en los periódicos de la época sobre su remo remozamiento, el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) regularía las actividades en el Barrio Chino y el Paseo Comercial Duarte para evitar el deterioro de la infraestructura. Tanto los comerciantes, como los buhoneros tendrían que acogerse a una “Normativa del Uso del Espacio Público”. Esa normativa, presentada por el síndico Roberto Salcedo a representantes de la Asociación de Comerciantes de la Avenida Duarte, de la Federación Nacional de Taxis Estacionarios (Fenatae), del Barrio Chino y del Consejo de Regulación de Taxis (CART), establecía requisitos para impedir que esos lugares remodelados resultaran afectados por el hacinamiento o el deterioro. En ese entonces se llegó al acuerdo de crear un Consejo de Co-manejo, que estaría integrado por el ADN, un representante de la Asociación de Comerciantes de la Avenida Duarte (ASODUARTE) y un representante de la Asociación de Comerciantes del Barrio Chino. ¿Qué hacer? Estanislao Rincón, billetero con 56 años de trabajo, reconoce la contribución del Barrio Chino a la zona. “Antes había más palomos y la policía los sacó, también había más basura. Lo que queda por hacer es que se mantenga el respeto y que las autoridades hagan su trabajo”, señala. Mientras que el albañil Rafael Cordero destaca que en la actualidad el Barrio está más desahogado. “El área se ve más elegante y uno se distrae mirando los monumentos, pero la limpieza debiera estar a un 100% y se encuentra en 40%. Eso indica que el sistema no está muy bueno”, considera. Esta obra corre el riesgo de quedar abandonada como muchas otras de la ciudad capital, que pese a su importancia y valor históricos pasan inadvertidas por las autoridades. La basura y los delincuentes amenazan con destruir al Barrio Chino de Santo Domingo, a tal punto de que sus áreas ya no soportan que le prometan “castillos en el aire”. La solución a este problema se resume en una sola palabra: acción. El paciente ha sido diagnosticado, esperemos a que no muera por descuido. (+) CHINATOWN EN QUISQUEYA Se le llama “Chinatown”, a la zona urbana en la que reside una gran cantidad de población de origen chino en una sociedad no china. En República Dominicana esta obra se compone por dos plazas, una ubicada en el triángulo de la calle Jacinto de La Concha, con el nombre del sabio Confucio; y la del Zodíaco Chino, en la calle José Martí, adornadas con esculturas de animales que conforman el horóscopo chino. Se encuentra ubicado al Norte de la avenida México; al Sur de la avenida Mella, mientras que al Este y Oeste se encuentran las calles José Martí y Jacinto de La Concha. Algunos de sus atractivos son los restaurantes, los hoteles, las agencias de viajes, los ‘gift shop’, las joyerías y las mueblerías, entre otros. En la página oficial del Barrio Chino en Internet lo definen como un espacio multicultural promovido por la Fundación “Flor para Todos” para fortalecer el intercambio cultural, social y comercial entre dominicanos y chinos.