Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

LA CUARTA PARED

¡Eres un héroe, Charlie Brown!

Avatar del Listín Diario
Virginia Sánchez NavarroSanto Domingo

Una gran lección es esta: ser héroe no es directamente proporcional a ganar una batalla. Algunas personas, aunque pocas, no tienen miedo a nada y al ver el peligro acercarse se lanzan hacia él, saliendo victoriosas. Otras llegan a un lugar y en poco tiempo se ganan a todos con intelecto y gracia. Otras poseen una inteligencia tal que cuando se proponen algo, obtienen unánime respeto. Todo eso está muy bien, pero esas personas no son necesariamente héroes. Hace más de 50 años, Charles Schulz, mostró al mudo una faceta del héroe poco conocida. Inseguro, miedoso, extremadamente sensible, Charlie Brown se paseó por las paginas de periódicos internacionales, desplegando lamentos, suspiros y fracasos. Desde la primera tira, fue el hazme reír de sus compañeros y, hasta la última, mostró una melancolía y una soledad indudablemente heredadas de su creador. Pero Charlie Brown poseía rasgos poco comunes: esperanza, empeño y, sobre todo, propósito. No importaba cuántas veces le robaran el balón antes de patearlo; él volvía a intentarlo, porque creía que algún día ganaría el partido. No importaba cuán ridiculizado fuera por sus compañeros, él despertaba al siguiente día con fe renovada en la gente, pues creía que llegaría alguien que mirara a través de su figura escuálida y lo querría. Vendría el momento en que a la niña del pelo rojizo también le temblarían las rodillas al verlo, y tendría millones de amigos. Algunos lo llamarían ingenuo, por seguir esperando luego de tantas bofetadas, pero en este mundo se necesita de mucho coraje para ser inocente, para seguir cazando objetivos cuando se está armado con nada. Perder no es triste. Triste es no tener una razón para luchar, o peor aun, no luchar por miedo al fracaso. Con sus tiras, Schulz exploró conflictos sociales y existenciales de infinitas generaciones. Nos regaló héroes en los cuales podíamos reconocernos, porque no eran extraordinarios o supernaturales, sino personitas defectuosas e inseguras, pero llenas de esperanza y de propósitos. Lucy no dejará de luchar por el amor de Schroeder, aunque tenga que pasar el resto de su vida compitiendo con Beethoven. Linus no dejará de esperar la Gran Calabaza, año tras año, aunque deba soportar la burla de los demás debido a que nunca llega. Snoopy no permitirá que le prohíban soñar con el espacio. Sally seguirá esperando a Linus. Marcie aguardará por Charlie Brown. Y Charlie Brown, bueno, él a sus casi 60 años aun renueva fuerzas cada noche porque, quizás mañana, puede vencer la batalla contra la soledad. Schulz lo deja claro en sus últimas tiras, cuando alguien pregunta si Charlie Brown finalmente pateó el balón, la respuesta es: Supongo que nunca lo sabrás. A él no le interesaba decirnos si su héroe ganó o no el objetivo. Le interesaba decirnos algo más importante: El héroe luchó.

Tags relacionados