Temporada ciclónica 2025
Diferencias entre tormenta, ciclón y huracán: ¿cómo se forman?
- Cada año, cuando inicia la temporada ciclónica, surge una duda común entre muchas personas: ¿qué diferencia hay entre una tormenta, un ciclón y un huracán?

Cada fenómeno natural es diferente y es importante reconocerlo para saber cómo actuar ante cada uno
Cada año, cuando inicia la temporada ciclónica, surge una duda común entre muchas personas: ¿qué diferencia hay entre una tormenta, un ciclón y un huracán?
Aunque muchas veces se usan como sinónimos, en realidad cada uno tiene características propias que vale la pena entender para estar mejor informados y preparados. Aquí te explicamos de forma sencilla cómo se forman y en qué se diferencian.
¿En qué se diferencian?
La palabra “ciclón” es un término general que se usa para describir un sistema de baja presión donde los vientos giran en sentido contrario a las agujas del reloj en el hemisferio norte. Bajo este término se incluyen las depresiones tropicales, tormentas tropicales y huracanes.
Una tormenta tropical es un ciclón que ya tiene vientos sostenidos entre 63 y 118 kilómetros por hora. Ya es más fuerte que una depresión tropical y suele traer lluvias intensas, ráfagas de viento y riesgo de inundaciones.
Un huracán es un ciclón tropical con vientos sostenidos mayores a 119 kilómetros por hora. Se clasifican del 1 al 5 según la escala Saffir-Simpson, dependiendo de la intensidad de sus vientos. Son los fenómenos más peligrosos por su capacidad de destrucción, marejadas ciclónicas y lluvias extremas.
¿Cómo se forman?
Estos sistemas se forman sobre aguas cálidas del océano (al menos 26.5 °C), donde la evaporación constante produce una gran cantidad de humedad que sube a la atmósfera. Al ascender, el aire se enfría y forma nubes de tormenta.
Si las condiciones son favorables (poca cizalladura del viento y alta humedad), el sistema puede fortalecerse y pasar de una depresión a tormenta, y luego a huracán.
Ejemplos que han impactado República Dominicana
- El huracán Georges (1998): uno de los más devastadores, con fuertes lluvias y vientos que causaron grandes pérdidas humanas y materiales.
- La tormenta tropical Erika (2015): provocó inundaciones en varias provincias del país.
- El huracán Fiona (2022): impactó la región este del país, dejando daños significativos en infraestructuras y viviendas.
Conocer estas diferencias ayuda a entender mejor los boletines meteorológicos y a tomar decisiones más acertadas en caso de una amenaza climática. Estar informados es la mejor forma de estar preparados.