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CIENCIA

Los satélites de SpaceX, un nuevo dolor de cabeza para los astrónomos

Parecía una escena de una película de ciencia ficción: en Holanda, un astrónomo tomó durante el último fin de semana una imagen nocturna de una hilera satélites de SpaceX, que con su brillo deslumbraron a los fanáticos del espacio en el mundo.

Pero la novedad también provocó el lamento de astrónomos que dicen que la constelación, hasta ahora de 60 pero que aspira a llegar a 12.000 satélites para proveer internet, podría amenazar la visión del cosmos y complicar la exploración científica.

El lanzamiento fue seguido en todo el mundo y en poco tiempo quedó claro que los satélites eran fáciles de divisar a simple vista. O en otras palabras, que constituyen un nuevo dolor de cabeza para los investigadores que ya tienen que encontrar soluciones para lidiar con los objetos que saturan sus imágenes del espacio profundo.

"La gente estaba haciendo extrapolaciones de que si estos satélites en estas nuevas mega constelaciones tenían ese brillo estable, en 20 años o menos, por una buena parte de la noche el ojo humano vería más satélites que estrellas en cualquier lugar del mundo", dijo Bill Keel, astrónomo de la Universidad de Alabama, a la AFP.

El brillo de los satélites ha disminuido desde entonces, dado que su rumbo se ha estabilizado y han continuado el ascenso a la posición final, a una altura de 550 kilómetros.

Pero eso no ha despejado del todo las preocupaciones de los científicos sobre lo que vendrá después.

SpaceX, de Elon Musk, es solo una de muchas compañías que buscan entrar en el negocio de la provisión de internet desde el espacio.

Para ponerlo en contexto, hay actualmente 2.100 satélites activos orbitando nuestro planeta, según la Asociación de la Industria de Satélites.

Si se sumaran 12.000 solo por parte de SpaceX, "en un momento, serán cientos sobre el horizonte", dijo Jonathan McDowell, del Centro de Astrofísica Harvard Smithsonian, quien agregó que el problema se potenciará en ciertos momentos del año.

"Por lo tanto, ciertamente será espectacular en el cielo nocturno si estás lejos de la ciudad y tienes un área agradable y oscura; y definitivamente causará problemas para algunos tipos de observación astronómica profesional", señaló.

Respuestas contradictorias

Musk respondió al debate en Twitter con mensajes contradictorios, prometiendo que va a buscar formas de reducir el brillo de los satélites, pero asegurando también que tendrían "0% impacto en los avances de la astronomía" y que los telescopios deberían moverse al espacio de todos modos.

También dijo que el trabajo de darle a "miles de millones de personas económicamente desfavorecidas" acceso a internet de alta velocidad a través de su red "es el mayor beneficio".

Keel consideró positivo que Musk se ofreciera a buscar formas de reducir la reflectividad de los futuros satélites, pero cuestionó que no anticipara el problema.

Si los astrónomos ópticos están preocupados, sus colegas de radioastronomía, que dependen de las ondas electromagnéticas emitidas por los objetos celestes para examinar fenómenos como la primera imagen del agujero negro revelada el mes pasado, están "casi desesperados", agregó.

Los operadores de satélites son conocidos por no hacer lo suficiente para proteger sus "emisiones laterales", que pueden interferir con las bandas de observación que los radioastrónomos están buscando.

"Hay muchas razones para unirse a nuestros colegas de radioastronomía para pedir una respuesta 'antes'", dijo Keel. "No es solo salvaguardar nuestros intereses profesionales sino, en la medida de lo posible, proteger el cielo nocturno para la humanidad".