TECNOLOGÍA
Se cumplen 50 años de la invención de las tarjetas con chip, usadas hoy por 1.000 millones de personas al día
Este 13 de septiembre se cumplieron 50 años de la invención de la primera tarjeta con chip, una tecnología que patentaron por primera vez dos ingenieros alemanes y que en la actualidad se ha extendido hasta tal punto que la utilizan 1.000 millones de usuarios diariamente en todo el mundo.
El precedente de las actuales tarjetas SIM y tarjetas bancarias se encuentra en el año 1968, cuando Helmut Groettrup y Juergen Dethloff presentaron la primera patente de un circuito de identificación. Los ingenieros alemanes registraron este invento que reclaman también Arimura, de Japón, y Roland Moreno, de Francia.
Con motivo de su 50 aniversario, la oficina de patentes alemana ha equiparado a las tarjetas con chip con otros hitos de la tecnología como el motor diésel, el frigorífico, el tubo de rayos X o el formato de archivo MP3, como ha recogido la compañía tecnológica de seguridad G+D Mobile Security.
Según este organismo, sin esta tecnología no hubiera sido posible construir el mundo que hoy conocemos plenamente conectado y sería imposible realizar procesos de pago globales, seguros y sin efectivo, así como los avances en seguridad que han permitido en 'smartphones', 'wearables' y dispositivos IoT.
LA INVENCIÓN DE LA PRIMERA TARJETA CON CHIP Cuando Groettrup y Dethloff registraron la primera tarjeta con chip en 1968, a través de la patente del circuito de identificación, su primer objetivo era el de recibir información y dotarla de un significado específico a través de un sistema de asignación especial con puntos de transmisión y recepción.
Un año después de la presentación de la primera patente, Dethloff y Groettrup presentaron en Alemania un desarrollo que permitía la transmisión inalámbrica por medio de acoplamiento inductivo, es decir, tecnología RFID o NFC. Esta segunda versión eliminó las limitaciones de la tarjeta de banda magnética en términos de baja confiabilidad y falta de protección contra el fraude.
Dethloff llevó la tecnología aún más lejos en una nueva solicitud de patente introduciendo microprocesadores y EEPROM (ROM programable y borrable) para hacer que el manejo de datos fuera más seguro y flexible. Tras ello, G+D entró en este sector comprando la patente y desarrollando tres aplicaciones a partir de esta tecnología.
Con estas aplicaciones fue posible desarrollar la inicialización segura a través de ubicaciones autorizadas en la producción de tarjetas, y también se definieron las propiedades de escritura basadas en la memoria de lectura, el uso de una bomba de carga para evitar manipulaciones durante el proceso de escritura, y el bloqueo o destrucción de la información en caso de un ataque.
El invento de la tarjeta con chip y las sucesivas mejoras de esta tecnología, aunque han cumplido ya el medio siglo, siguen hoy en día vigentes, y son utilizadas por una de cada siete personas en el mundo al día, un total de 1.000 millones de personas en forma, entre otras, de las SIM de los teléfonos móviles.