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Aniversario 135, Edición Especial

La editora femenina y de viajes

  • Su relación con el Listín Diario comenzó desde 1983: fue la primera editora de La Vida y Las Sociales; es la actual editora de la Revista ALDABA, y este año su columna en el Listín cumple 35 años de manera ininterrumpida.
Con Carmenchu se creó el puesto de editora femenina y de viajes por orden del director Rafael Herrera.

Con Carmenchu se creó el puesto de editora femenina y de viajes por orden del director Rafael Herrera.Archivo

Carmenchu a pesar de su trabajo corporativo, siempre mantuvo ese vínculo con el Listín, su director en esa época Don Rafael Herrera junto a la periodista Ramonita Castillo, la convencen de renunciar a sus labores de relaciones públicas y dedicarse nuevamente y de lleno al diarismo, propuesta que le encantó.

“Entré al Listín como empleada en 1983. Don Rafa creó para mí una novedosa posición: Editora Femenina y de Viajes. (En el rediseño de 1996 del Listín Diario, mi posición cambió a Editora de La Vida y Las Sociales). Tenía de responsabilidad “la cobertura de las actividades de la mujer, no sólo en las esferas de ‘sociales y modas’, sino de la vida política, intelectual y profesional de la mujer. Asimismo, la sección de viajes y turismo, y la coordinación de informaciones relacionadas con los dominicanos en el exterior. Pocos meses después fue creada bajo mi supervisión una sección separada al cuerpo del periódico, dedicada a viajes y turismo, ampliándose luego a dominicanos residentes en Nueva York y Miami. Por dicha sección recibí uno de los varios premios que me fueron dados por la Dirección Nacional de Turismo”.

Para 1984 formó el primer equipo que conocido como Sociales, pero bajo la misma línea de la sección Femenina y de Viajes, si bien cubría cocteles y recepciones, tenían rienda suelta para proyectarse en los más diversos géneros y asuntos periodísticos. En esta etapa, se reseñaban tanto un coctel, pero también se ampliaba a la realización de entrevistas femeninas, se incluían perfiles masculinos, dominicanos o extranjeros, en diversidad de profesiones, muchas veces personalidades de la política. Además del turismo interno y los viajes al extranjero, en esta sección liderada por Carmenchu se publicaban reportajes sobre calidad ambiental, sobre la temática del mundo de la salud. Y la niñez y la juventud era un tema relevante para ella como editora en su sección.

El 1ro de junio de 1984, Don Rafael Herrera le propone crear una columna diaria, la llamada “Menudo”, famosa en su época por ser un espacio de informaciones de la vida practica para todo tipo de público lector. ‘En la historia del periodismo, cuando no existía la tecnología ni los avances en la información, esta columna era “el vehículo para obtener respuestas.’ La columna se mantiene en la actualidad, pero adaptada a las necesidades de estos tiempos.

Recordando la sugerencia del poeta Pedro Mir de darle un espacio a los jóvenes talentos, crea en el Listín, en 1986, la página “Literatura Joven”. Dos años más tarde pasa al suplemento sabatino en un cuarto de página, con el nombre de Ventana, hasta su desaparición en 1988. (El nombre “Ventana” fue posteriormente tomado por los creadores del nuevo suplemento cultural del Listín). “A Literatura Joven llegaban poemas y cuentos cortos enviados por los propios autores, mientras otros jóvenes autores eran referidos por intelectuales reconocidos. En 1986, Daniel Baruc Espinal Rivera era uno de esos jóvenes. En el año 2017 recibió el Premio Nacional de Poesía”.

Libertad creativa

“Era una época en la cual trabajábamos a cualquier hora del día o de la noche. Teníamos libertad para decidir temas y elegir las personas a entrevistar. No poseíamos, empero, las herramientas tecnológicas que al presente facilitan buena parte de la labor periodística, ni competíamos con las todavía inexistentes redes sociales. Nuestros instrumentos de trabajo eran libreta, bolígrafo y grabadora, aunque vivimos la transición de la maquinilla mecánica a la computadora. Nuestro medio de comunicación: telefax y teléfono que durante unos años era solo el fijo en la oficina, hasta que llegó el móvil, o celular”. Carmenchu cuenta con orgullo su desenvolvimiento en un medio en el que pudo expresarse y que le permitió desarrollar toda una generación de periodistas, que hoy en día marcan una pauta en la historia de cómo hacer buen periodismo.

Revista ALDABA, su permanencia

Pensionada a finales del 1998, continúa ejerciendo unos meses hasta que la empresa ajusta las secciones en dos “La Vida” y Las Sociales. De este cambio surge que además de escribir su acostumbrada columna “Menudo”, iniciara su columna “Memorias de viaje”. Al año de su pensión, Brusiloff, acepta la propuesta de asumir la edición de Revista ALDABA, El primer número de Aldaba circuló en octubre del 2000. Y Hasta el día de hoy, mantiene su puesto de editora. “Mi papel actual es mas de orientadora y asesora. Estando retirada del diarismo desde hacía muchos años, me tomó de sorpresa recibir el Premio Nacional de Periodismo. Ya me habían otorgado a fines de los 90, el Caonabo de Oro, y pensaba que había llegado al tope de los reconocimientos. De estos y muchos más

reconocimientos, algunos inmerecidos, me siento sumamente honrada y agradecida” cierra Carmenchu con humildad.

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