Semana Santa
Tradiciones que permanecen en el tiempo
- Hoy te explicamos el porqué de algunas, como los Vía Crucis, el Domingo de Ramos y la visita de las siete iglesias el Jueves Santo por la noche.
La Semana Santa es una época de muchas tradiciones de las que en algunos casos no conocemos la razón de ser de ellas. Hoy te explicamos el porqué de algunas, como los Vía Crucis, el Domingo de Ramos y la visita de las siete iglesias el Jueves Santo por la noche.
Aprende desde cuando se inicia cada costumbre, y como han variado o permanecido intactas a lo largo de los años. Te invitamos a adentrarte en cada una de ellas, y puedas conocer la realidad de lo que se vive en esta semana.
Historia
Jesús con su cruz recorre las calles y carga nuestros miedos, problemas y sufrimientos.
El Vía Crucis es una antigua tradición en la Iglesia Católica que surgió de las peregrinaciones que los cristianos realizaban a Tierra Santa y encierra un profundo significado. Se reza cada viernes, el Viernes de Dolores y Viernes Santo. Este último se acompaña de la adoración a la cruz de Jesús crucificado y en algunos casos se escenifica.
El ejercicio devocional de visitar y rezar ante cada una de las 14 estaciones y meditar sobre la Pasión de Cristo tiene su origen en la práctica de los primeros peregrinos cristianos que visitaban los escenarios de los hechos en Jerusalén y recorrían la ruta tradicional desde la supuesta ubicación de la casa de Pilatos hasta el Calvario.
El Domingo de Ramos
Corresponde al primer día de la Semana Santa, el anterior a Pascua, conmemora la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén. En muchas iglesias se asocia a la bendición y procesión de palmas.
Estas ceremonias especiales tenían lugar hacia finales del siglo IV en Jerusalén. Durante la Edad Media, la ceremonia de la bendición de las palmas era muy elaborada: la procesión comenzaba en una iglesia, se dirigía a otra en la que se bendecían las palmas y regresaba a la iglesia en la que se había originado la procesión para el canto de la liturgia. Tras las reformas de las liturgias católicas romanas en 1955 y 1969, las ceremonias se simplificaron un poco para hacer hincapié en el sufrimiento y la muerte de Cristo.
Ahora se denomina oficialmente Domingo de la Pasión. La liturgia comienza con la bendición y la procesión de las palmas, pero se presta especial atención a una larga lectura de la Pasión.
Recorrido por las siete iglesias
Cada año, al llegar el Jueves Santo, hay una significativa tradición que invita a recorrer siete iglesias. Estas visitas simbolizan la intención de acompañar a Jesús en el camino transitado desde la noche de su captura hasta su crucifixión.
En la primera iglesia se recuerda el trayecto de Jesús desde el Cenáculo, donde celebró la Última Cena con sus discípulos, hasta el huerto de Getsemaní, donde oró y sudó sangre.
En la segunda se medita sobre el paso desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, el Sumo Sacerdote, donde fue interrogado por este y recibió una bofetada.
En la tercera estación, la oración se centra en el recorrido de Jesús hasta la casa de Caifás, lugar donde recibió escupitajos, insultos y sufrió dolores durante toda la noche.
El centro de la reflexión para el cuarto templo es la primera comparecencia de Jesús ante Pilato, el gobernador romano de la región. Allí Cristo fue acusado por los judíos que levantaron falsos testimonios contra él.
En la quinta parada se acompaña al Señor en su comparecencia ante el rey Herodes, quien junto con sus guardias también lo injuria.
En la sexta estación se medita sobre la segunda comparecencia ante Poncio Pilato. Allí Jesús fue coronado con espinas y condenado a muerte.
En el último templo recordamos el recorrido de Cristo desde la casa de Pilato hasta el Monte Calvario llevando la cruz a cuestas, su muerte y su paso al sepulcro, de donde resucitará al tercer día.
Habichuelas con dulce
Las tradicionales habichuelas con dulce nacieron en la zona fronteriza, tras la migración de franceses al país, fruto de la revolución haitiana.
Investigaciones sobre el tema han dado como resultado, el origen cuando llegaba la Semana Santa, luega de la Cuaresma durante el Jueves Santo los amigos y familiares iban llevando cada uno un poco de dulce hecho en sus casas, que se iba colocando en un plato y acumulándose hasta cuando llegara el Domingo de Resurrección poder degustarlo.
Señala que a la falta de una serie de ingredientes aparecieron las habichuelas con dulce como parte de la creatividad a nivel popular, algo que día a día fue creciendo y se fue expandiendo hasta que se tornó un símbolo a nivel nacional durante la Semana Mayor.