Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

134 Aniversario Listín Diario  

Un día en la piel de un periodista de “El Decano”

Crónica. La jornada laboral contada desde fuera.

  •  Una vez recogida las informaciones el periodista regresa a transcribir y dar vida a lo que serán las grandes historias.
Para iniciar su jornadas de trabajo el periodista revisa los titulares al mismo tiempo que toma una taza de café.

Para iniciar su jornadas de trabajo el periodista revisa los titulares al mismo tiempo que toma una taza de café.Archivo LD

En la oscuridad de la madrugada, mientras gran parte de la ciudad se encontraba sumida en un profundo sueño, el periodista se preparaba para enfrentar el día que estaba por llegar. Su pasión lo llevó a levantarse antes que el sol, dispuesto a escuchar y leer las primeras noticias del día.

El reloj marcó, específicamente, las 5:00 de la mañana, y la alarma sonó incansablemente. Con una voluntad inquebrantable, se levantó de la cama para iniciar su rutina. Para él, cada día es una oportunidad única de informar y ser el eco de voces silenciadas.

Lo primero que hizo fue encender el televisor, aunque otras veces prefiere la radio, para sintonizar los canales y las emisoras de noticias del país. En ese momento, el zumbido estático se transformó en voces que transmiten las últimas novedades, los acontecimientos que han sacudido el mundo durante la noche, el otro lado que ya se encuentra despierto.

Los titulares retumbaron en la penumbra de su habitación, y se sumergió en una atmósfera de información que lo conectó con la realidad de cada rincón del planeta.

Luego, tomó su celular y se adentró en el mundo digital. Las noticias en línea y en redes sociales, se presentaban como una cascada de información en su pantalla.

Con una taza de café en mano, leyó las principales portadas, se informó sobre temas de política, economía, entretenimiento, deportes, entre otros. Cada línea que recorrió con sus ojos sería un ingrediente para la receta de sus reportajes del día.

Después de absorber la actualidad, tomó su mochila y se dirigió con destino a la sala de redacción Rafael Herrera Cabral, el corazón palpitante del periódico Listín Diario.

La sala de redacción lo recibió con algunos colegas de redes sociales, que estaban desde las 6:30 de la mañana compartiendo información. Él ya estaba en sus aguas, encendiendo su computador. Con los primeros tecleos, se dio cuenta que el día sería largo y desafiante, pero también lleno de satisfacciones.

En la sala de redacción

Después de absorber las informaciones en la calle, regresa a la redacción.

Después de absorber las informaciones en la calle, regresa a la redacción.Glauco Moquete

Poco a poco se iba completando el equipo con la llegada de los ejecutivos de la mesa central, editores, reporteros, fotógrafos, videografos, infografistas, entre otros. Entre uno y otro alegre saludo, se generaban opiniones y debates entre ellos por temas noticiosos del día o la noche anterior. La redacción estaba llena de vida, los periodistas estaban agrupados alrededor de sus respectivas mesas.

A primera hora, 8:00 de la mañana, empezó la acostumbrada reunión editorial. Los editores discutían los temas más importantes del día, evaluando qué historias merecían una mayor cobertura y cómo se iban a abordar.

El debate era intenso, con argumentos sólidos y una mirada crítica hacia la importancia de cada hecho o información. El permanecía fuera de la reunión, pero escuchaba las voces de las discusiones y comprendía cuán difícil es la responsabilidad que conlleva seleccionar las historias que se presentarán al público y cómo se moldeará su percepción de los acontecimientos. Concluida la reunión, el jefe de información seleccionó a los periodistas que iban a salir del salón a recoger las informaciones, asignándoles reporteros gráficos para un trabajo en conjunto. El periodista estaba entre ellos.

Con celulares, trípodes, micrófonos y cámaras marchaban hacia comunidades, ruedas de prensa en instituciones públicas, a citas de entrevistas en organizaciones privadas, recorridos por la ciudad y otros.

Le asignaron la cobertura de un caso de justicia junto a uno de los reporteros veteranos: Un hombre que violó y mató a una menor de 13 años en un sector de la capital. Rápidamente, se fue al lugar de los hechos, donde un grupo de colegas de medios de comunicación ya estaban entrevistando a la abogada de la víctima. El se acercó a la abogada para obtener información precisa y luego a los familiares, para tomar algunos testimonios en medio del caos de cámaras y micrófonos.

Cada palabra recopilada tenía potencial noticioso, por lo que abrió los videos que tomó y que estaban en la galería de su celular, y en otra pestaña, el blog de notas, para escribir rápidamente lo recogido. Plasmó con palabras la intensidad de los momentos que presenció y en menos de 30 minutos envió un artículo sobre lo que estaba pasando. 

La redacción: el corazón palpitante del Listín

Dentro de la redacción se preparan todo los contenidos que saldrán en las diferentes plataforma de LD

Dentro de la redacción se preparan todo los contenidos que saldrán en las diferentes plataforma de LDArchivo LD

Mientras estaban los reporteros y corresponsales del periódico en las calles, se mantenían en la redacción los periodistas digitales.

Parte de los que se quedaban tenían como primera tarea del día revisar y dar un monitoreo a las últimas noticias de los medios locales e internacionales. Se sumergían en el mar de titulares, artículos y videos, tratando de discernir entre informaciones importantes.

Era una tarea desafiante… filtrar y seleccionar historias de interés para el público, pero era un paso crucial en el proceso de mantener a la comunidad lectora informada.

El trabajo, además, era colaborativo porque los ayudaba el equipo SEO, ejecutando el proceso de optimización interna y externa, sugiriendo algunas temáticas para abordar.

Otra parte de los periodistas digitales estaban pendiente y dando seguimiento a las informaciones que estaban siendo dadas por sus compañeros que estaban desde la calle, por lo que las llamadas telefónicas eran una constante. Los teléfonos en altavoz con una grabadora en mano y los dictados con rápidos tecleos inundaban el salón.

También algunos estaban produciendo sus propios contenidos para alimentar la web y otros produciendo para diferentes formatos audiovisuales.

Estos últimos se complementaban con el equipo de multimedia y luego de elaborar guiones con contenido noticioso, grababan videos para Youtube, Tiktok, reels de Instagram, plataformas de podcasts como Spotify, entre otros.

Investigación

Mientras el reloj avanzaba, un equipo de reporteros estaba investigando casos específicos que eran de interés público y que aquejaban la nación. Se sumergían en documentos, entrevistas y navegaban entre datos y fuentes.

Para estos periodistas la búsqueda de la verdad era apasionante, pero agotadora. La responsabilidad de exponer lo que está mal para contribuir a la mejoría de la nación sumado a la emoción de descubrir algo que podría tener un impacto significativo en la sociedad, los impulsaba a seguir adelante.

De vuelta a la oficina

Al regresar a la redacción el periodista da seguimiento a las noticias enviadas y a las que ha de escribir.

Al regresar a la redacción el periodista da seguimiento a las noticias enviadas y a las que ha de escribir.Glauco Moquete

Pasada la 1:00 de la tarde, era hora de volver a la sala de redacción y los reporteros lo sabían. Desde que llegaron, enviaron un resumen de la información recogida en la calle al jefe de editores.

Ya habían aprobado los temas que irían para el siguiente día. Con el artículo finalizado, ella lo entregó a los editores, quienes lo revisarían minuciosamente antes de su publicación.

Redactó su historia sabiendo que su trabajo podía tener un impacto en el curso de los eventos futuros.

Lo hizo con cuidado, intentando capturar la esencia de las historias que le habían confiado. Cada palabra importaba; era esencial transmitir la realidad y la humanidad.

A medida que iba cayendo el sol, sentía una mezcla de satisfacción y agotamiento mientras se despedía de sus compañeros.

Su trabajo había terminado ahí, pero al ir a casa lo hacía sabiendo que las noticias nunca se detienen y que él siempre estará listo para contarlas.