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Tener seguro no basta: Hay que tener dinero para ir al médico

El sistema de salud en la República Dominicana, con las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), lejos de garantizar un acceso equitativo, ha creado un esquema en el que los asegurados son los grandes perdedores.

Cada vez es más común que un paciente con seguro visite a un médico afiliado y reciba la respuesta: “El doctor no está tomando el seguro; la consulta debe pagarse en efectivo”. Si busca un reembolso, debe esperar semanas, con el riesgo de que se lo rechacen.

El juego de las ARS y los médicos

Los médicos argumentan que las ARS pagan tarde y a tarifas bajas, por lo que imponen pagos adicionales o simplemente rechazan el seguro. Mientras tanto, las aseguradoras descuentan entre un 10 % y un 20 % cuando el paciente somete su reembolso, aumentando así su carga económica.

Este problema no se limita a las consultas: tratamientos, cirugías y medicamentos esenciales quedan fuera de cobertura, obligando a muchos dominicanos a endeudarse o a buscar ayuda para costear su atención. Según datos del sector, este doble pago representa hasta un 26 % de los ingresos de los pacientes, una carga insostenible para una población con salarios insuficientes.

En este contexto, la salud deja de ser un derecho y se convierte en un privilegio.

¿Negocio o servicio?

Las ARS han convertido la salud en un negocio lucrativo, generando millones en ganancias sin reinvertir en mejoras del sistema. A diferencia de países como Costa Rica y Uruguay, donde las aseguradoras están obligadas a reinvertir en el sector salud, en la República Dominicana los pacientes financian su tratamiento dos veces:

• A través de su póliza.

• Pagando de su bolsillo.

Mientras las ARS acusan a los médicos de incumplir los contratos, los doctores alegan pagos tardíos e insuficientes. En medio de este conflicto, los pacientes quedan atrapados en un sistema de reclamaciones, rechazos y largas esperas.

Falta de regulación

El problema central es la falta de regulación efectiva. Aunque existen normativas, su cumplimiento es laxo y las sanciones son casi inexistentes. Las ARS imponen sus propias reglas con poca supervisión estatal, y los médicos, sin incentivos adecuados, trasladan la carga al paciente.

El rol del Colegio Médico Dominicano (CMD)

El CMD, que ha sido firme en sus reclamos contra distintos gobiernos, debe asumir un papel más activo en este conflicto. No es aceptable que la única solución sea afectar a los pacientes.

El CMD debe exigir:

• Un ajuste de tarifas.

• Un sistema de pagos eficiente.

• Mayor estabilidad para el sector sin perjudicar a los asegurados.

Asimismo, debería trabajar con el gobierno para reformar el sistema de seguros de salud y frenar prácticas abusivas.

Soluciones urgentes

Para corregir estas distorsiones, es clave que el gobierno y los actores del sector salud asuman su responsabilidad con medidas concretas:

• El CMD debe liderar la lucha contra las ARS sin afectar a los pacientes.

• SISALRIL debe sancionar a las ARS que retrasan pagos y a los médicos afiliados que no aceptan seguros.

• El gobierno debe agilizar los reembolsos y eliminar trabas burocráticas.

• Se requiere mayor inversión en hospitales públicos y mejores salarios para los médicos.

Conclusión: ¿Hasta cuándo el abuso?

El sistema de salud dominicano no puede seguir operando como un casino en el que siempre ganan los mismos. Mientras las ARS aumentan sus beneficios y los médicos trasladan el problema a los pacientes, los asegurados pagan la factura más alta.

Si la salud es un derecho, el gobierno debe garantizarlo con reglas claras y sanciones efectivas. Es hora de poner fin a este abuso y aplicar soluciones que prioricen a la población.

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