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Desaparición en Punta Cana: El impacto psicológico de la incertidumbre y la espera

La desaparición de Sudiksha Konanki, una turista estadounidense de ascendencia india en un hotel de Punta Cana ha generado gran conmoción y preocupación tanto en su país de origen como en República Dominicana. Según los reportes iniciales, la joven fue vista por última vez dentro del resort, pero luego desapareció sin dejar rastro.

Su familia, desesperada, alertó a las autoridades locales y se inició una intensa búsqueda que aún continúa. En este tipo de desapariciones no forzadas, el impacto psicológico en los familiares y en la sociedad es devastador, sin importar la causa.

El dolor de la espera

Cuando un ser querido desaparece sin explicación, los familiares se sumergen en una montaña rusa emocional marcada por la angustia, la incertidumbre y el miedo. La psicóloga Pauline Boss (1999) definió este fenómeno como pérdida ambigua, un tipo de duelo sin resolución que impide a las personas procesar la pérdida de manera tradicional.

Las emociones pueden volverse abrumadoras: la ansiedad extrema provoca ataques de pánico, insomnio y pensamientos recurrentes sobre el peor desenlace posible. La depresión se instala en quienes comienzan a perder la esperanza, mientras que la culpa acecha constantemente: ‘¿Pudimos hacer algo para evitarlo?’. Además, el estrés postraumático es común en estos casos, manifestándose en recuerdos intrusivos, hipervigilancia y dificultades para concentrarse.

El miedo se propaga rápidamente cuando un caso como el de Sudiksha Konanki se hace público.

El miedo se propaga rápidamente cuando un caso como el de Sudiksha Konanki se hace público.ARCHIVO/LD

Las desapariciones no solo afectan a los allegados de la persona desaparecida, sino que también generan un impacto colectivo en la comunidad y en la sociedad en general. El miedo se propaga rápidamente cuando un caso como el de Sudiksha Konanki se hace público, ya que la incertidumbre sobre lo sucedido crea una sensación de vulnerabilidad. Turistas y residentes pueden empezar a cuestionar su seguridad, y las autoridades se ven presionadas a reforzar medidas para evitar que estos incidentes se repitan.

Cómo prevenir desapariciones no forzadas en viajes

Si bien es imposible evitar todas las desapariciones, existen ciertas medidas que pueden reducir significativamente los riesgos. Mantener una comunicación constante con amigos o familiares sobre los planes de viaje es una de las estrategias más eficaces, ya que permite a las personas cercanas reaccionar con rapidez ante cualquier señal de alerta. Utilizar aplicaciones de geolocalización compartida también es una opción valiosa, especialmente para quienes viajan solos o a destinos desconocidos.

¿Qué hacer si un ser querido desaparece?

Cuando una persona desaparece, cada minuto cuenta. Lo primero es notificar de inmediato a las autoridades locales y proporcionar toda la información relevante sobre el último paradero, vestimenta y posibles contactos. Paralelamente, es fundamental difundir la información en redes sociales y medios de comunicación, ya que la visibilidad del caso aumenta las probabilidades de recibir pistas útiles.

El caso de Sudiksha Konanki nos recuerda el profundo dolor psicológico que enfrentan las familias de desaparecidos. En un mundo donde las redes sociales difunden información en segundos, es fácil olvidar que detrás de cada titular hay personas sufriendo en silencio, atrapadas en la incertidumbre.

El conocimiento psicológico y la acción social pueden ayudar a mitigar el impacto de estas tragedias. Como sociedad, debemos aprender a prevenir, reaccionar con empatía y exigir respuestas sin caer en el pánico o la especulación. Porque cuando una persona desaparece, no solo falta un cuerpo: falta la paz mental de quienes la esperan.

El autor es profesor, Investigador y director del Laboratorio Emociones, Salud y Ciberpsicología de PUCMM

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