EN ESPECIAL

Abinader y el fin de mandato

Cuando es permitida la reelección, el trabajo del primer cuatrienio se centra en garantizar el segundo. Se apuntalan decisiones que cuidan, miman la popularidad de un presidente. La campaña electoral continua, camuflada de respuestas sociales a deudas históricas y se pactan acuerdos hasta con los grupos más insignificantes.

Lograda la permanencia por otros cuatro años, las prioridades y decisiones estratégicas cambian y el enfoque es determinar temprano con quiénes contar como colaboradores internos y externos hasta el final del mandato y cómo salir, circunstancias políticas e institucionales, y a qué figura “dejar” en la poltrona.

El presidente Luis Abinader, apartándose de la tradición de zorrunos y mañosos políticos, optó por dedicar gran parte de su vital tiempo inicial en reformar la Constitución para duplicar “los candados”, asumiendo como legado la eliminación del continuismo presidencial.

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