Cuando inicia un nuevo año, surgen nuevas expectativas. Renacen esperanzas. Se renuevan compromisos. Se hacen promesas y se manifiestan deseos sobre cosas que se espera puedan ser cumplidas. Muchos de esos deseos quedan en el AIRE, porque cumplirlos no depende de quienes los desean, sino de otras personas. Consciente de eso, quiero plasmar aquí, anhelos y esperanzas de que muchos de ellos, puedan materializarse.
Algunas son promesas de quienes nos gobiernan. Están en gavetas a la espera de voluntad politica y de que, de una vez y por todas, nuestros líderes hagan valer su palabra. En este 2025 deseo: que el 4% consignado a Educación se use para mejorar la formación de nuestros estudiantes y que maestros y autoridades retomen el verdadero camino hacia una efectiva educacion futurista.
Quiero que este año se haga realidad la tan esperada reforma a la Ley de Seguridad Social. Que la promesa de licitar las obras colaterales de Monte Grande se haga realidad. Que haya un esfuerzo REAL que garantice la seguridad 0ciudadana. Que de verdad se elabore un plan para proteger la frontera con Haiti y quede atrás el PANTALLEO MEDIATICO sobre unas ficticias repatriaciones. Que el sistema energético retorne por lo menos al 2020, cuando los apagones eran escasos o programados.
Que haya una efectiva y verdadera politica de apoyo al campo y así garantizar estabilidad en precios y abundancia de artículos de consumo. Que sin dilación concluyan los trabajos en la circunvalación de Bani, en la autopista Duarte, en el km 9 y en la intersección de 27 de Febrero con Isabel Aguiar. Tengo más, pero dejo mis deseos de este 2025 con este pedido que parece imposible: que OJALA,a partir de este año, los políticos y funcionarios dejen de MENTIRLE tanto a este pueblo, que aun cree en este sistema democrático, sostenido por los partidos políticos. Tengo fe.