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Desde un PIB robusto hacia un 2025 productivo y resiliente

Halagüeña y motivadora resulta la nota del Banco Central de la República Dominicana (BanCentral) informando que la economía nacional registró un crecimiento de +5.1% entre enero y noviembre del 2024, respecto a igual período del año anterior, proyectando al país como “la economía de mayor crecimiento” en la región en este año que pasado mañana concluirá.

Sin embargo, ante el mismo, y por los propios datos del BanCentral, se desprende la necesidad de estimular la generación de riqueza local desde las industrias ya que las actividades con mayor crecimiento fueron “Hoteles, bares y restaurantes” (9.4%), “Servicios financieros” (9.2%) y “Manufactura local” (4.7%). El crecimiento de esta última, de importancia estratégica, fue 50% respecto a “Hoteles, bares…”, y 51.08% frente a “Manufactura…”.

Hace bien el BanCentral al destacar la dependencia de este resultado de la actividad económica local y no de causas que les son externas, al vincularlo al Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), el cual registró una expansión, en igual período, de 5.1%, y lo informa la Asociación de Industrias de la República Dominicana (IARD).

Para quienes desean politizar hasta el agua del aseo, esta información es relevante pues indica a todos que el crecimiento del PIB nacional es un resultado colectivo, que emana del esfuerzo de los actores económicos: micro, pequeñas, medianas y grandes talleres, negocios y empresas.

Y aunque es excelente que nuestro sector servicio esté acreditando significativamente a este crecimiento, lo importante es prever a futuro, recordando que en cualquier momento las alfombras se desgastan, los colchones desaparecen y los paracaídas colapsan. Es lo que podría motivar a que los actores económicos y el gobierno enfoquen el crecimiento del PIB desde un punto de vista más diversificado, una visión que incluya un estímulo más decidido a la producción local, para limitar la tan amplia importación de bienes localmente generables.

Significa que el sector productivo nacional no está encontrando espacio, mercado ni facilidades para participar con mayor determinación en el área industrial.

Otro aspecto de interés es el que podría derivar de un resultado negativo en 5.1% en la producción minera. Es un resultado reiterado, cuasi invariable en los últimos años, que podría sugerir que el país ha decidido preservar sus recursos mineros, algo que es elogiable si estuviese acompañado con una estrategia a futuro, de explotación del sector con fines nacionalistas, compensatorios, tal vez, de los compromisos crecientes frente a la deuda externa.

Cabe destacar que si el país volvió a experimentar un crecimiento de tal nivel, superior al promedio regional, el auge pudo ser mayor si el tema de la reforma fiscal no hubiese estado tan vigente durante los primeros nueve meses del año, constriñendo inversiones y obligando a una actitud de espera, conservadora y prudente, en los actores económicos.

Lamentamos que el informe del BanCentral no contenga información sobre dos sectores claves para la calidad de vida de la gente y las oportunidades de un desarrollo construido desde el conocimiento y la investigación.

Es por lo cual esperaremos a marzo, 2025, cuando el BanCentral acostumbra a hacer público su informe definitivo sobre la economía dominicana del año anterior, para calibrar y ponderar cómo participan las actividades de Salud y Educación en la formación del PIB nacional y qué comportamiento registraron. Estos dos sectores son modulares para fortalecer el Estado de bienestar y las perspectivas reales de desarrollo a favor del pueblo dominicano.

Finalmente, a nuestros sectores económicos, ya liberados del riesgo de cambio de escenario y de reglas de juego fiscales que amenazó la economía nacional durante los primeros tres cuatrimestres del corriente año, los exhortamos a mantener o incrementar la resiliencia; a recordar que a finales del 2023 el BID declaró que reservaría más de $10 mil millones de dólares para prestarlos a baja tasa a favor de los actores económicos.

El momento del desarrollo es ahora, ¡a mantener la resiliencia, dominicanos!

¡Feliz, saludable y próspero 2025 para todos!

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