Oye País

Desmontando mitos

No pocos dijeron, en público y privado, que el nombramiento de Faride Raful al frente del Ministerio de Interior y Policía tenía el propósito de ‘quemarla’, le atribuían carecer del ‘temple’ para un cargo de esa responsabilidad, que le quedaba ‘grande’ y que sería un ‘fracaso estrepitoso’.

Apenas cien días en el cargo han contradicho esas apreciaciones.

Conozco a Faride desde chiquita -por así decirlo- y por tanto lo que escribo aquí tiene el sesgo de la amistad, la familiaridad, el respeto. Lo confieso.

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