Tribuna del Atlántico

“¿Hasta tú, Félix?”

Pocos políticos han sentido más en carne viva las veleidades del cambio de afectos, “los ataques feroces”, como dijera Peña Gómez, de antiguos camaradas, miembros del politburó, el Comité Político del PLD, se formó inspirado en el organismo soviético de ese nombre, e incluso de subalternos de diferentes épocas, como el doctor Leonel Fernández.

Una cosa tiene, quien fuera líder del PLD por más de 20 años y ahora de la Fuerza del Pueblo, una flema, una coraza, a la que parecen resbalarle ataques frontales o sutiles de diferentes personas.

En estos días, el avispero verde se ha encendido con un debate, a todas luces extemporáneo y probablemente innecesario; la discusión sobre si el candidato del 2028 debe ser Leonel Fernández o su hijo Omar.

La discusión amenazó con tornarse rispida, con las reacciones de Manolo Pichardo y Rubén Maldonado, por un lado, y la del ingeniero Félix Bautista por el otro, quien llegó a decir que si otros dicen que el candidato debe ser Leonel, “yo tengo derecho a decir que debe ser Omar”.

A mi esa declaración me ha sorprendido, no lo puedo negar. Conozco a Felix desde finales del 2004, cuando trabajando en la Gobernación Provincial de Puerto Plata, nos tocó coordinar acciones y ejecutar trabajos del Gobierno aquí.

Es para mi un trabajador incansable, como dijo luego de las elecciones Mauricio de Vengoechea, es una persona que trabaja todos los días que tiene una labor social permanente en San Juan de la Maguana. Y digo yo, uno de los grandes armadores políticos de las últimas décadas.

Se que es una persona que está al día de las encuestas y mediciones políticas, que trabaja la política por el libro.

Lo que obliga a preguntar: ¿por qué, tan temprano, quiere tomar partido, a favor del hijo de Fernández?

La Fuerza del Pueblo, es la construcción de Leonel Fernández, que como Bosch en su momento entendió que debía formar una nueva organización política, la cual ha logrado convertir en la principal organización opositora a juzgar por el resultado de las elecciones pasadas.

Lo lógico es suponer que es el candidato natural de esa formación política, independientemente de la extraordinaria proyección y de la excelente imagen de Omar, sin dudas uno de los políticos jóvenes con mayor futuro, con un manejo excelente en cada uno de los ámbitos en que se desenvuelve.

No creo que haya necesidad de apresurar una carrera que, en lo personal considero brillante, hasta el día de hoy, si la conyuntura del 2028 le es propicia, no tengo la menor duda de que el primero en apoyarlo decididamente sería su padre, que demuestra el natural orgullo por los logros de su hijo.

La discusión que se plantea se parece mucho a aquello de que la antorcha no se arrebata, se pasa, cómo ocurrió en el 2012, con su posterior sabor amargo para Leonel.

Por suerte, Omar, en una demostración más de su prudencia y buen tino, ha dicho que agradece las valoraciones, pero que está concentrado en su labor en el Senado y que el líder de la FP, es el doctor Fernández.

¿En qué beneficia a esa organización adelantar esa discusión?

¿Entiende el ingeniero Bautista que hay que jubilar ya, al líder de su partido?

Salvando las diferencias, cualquiera pudiera imaginar que en la mente del expresidente, puede haber resonado la expresión de Julio César, aunque no lo diga: “¿Hasta tú, Félix?”

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