Reforma fiscal y ciudadanos empoderados
El FMI ha indicado que actualmente la Rep. Dom. tiene “Sostenibilidad Fiscal”. Eso lo dice el Informe del Artículo IV correspondiente al 2024. Eso a su vez significa que si las finanzas públicas son bien conducidas y se controla el déficit gastando menos y teniendo un menor endeudamiento externo, no habría necesidad de reforma fiscal. Esa es la realidad.
El problema de nuestros gobiernos radica en que mientras más ingresos tienen más gastan y más quieren. A eso le llaman “Voracidad Fiscal”. Es por eso que en algunos países se le pone un límite a la capacidad impositiva de los gobiernos.
Por tanto lo primero a realizar es corregir el déficit actual.
Esto se logra ejecutando un presupuesto equilibrado y no es tan difícil hacerlo. Existen múltiples formas de cómo lograrlo. En el caso dominicano se puede disminuir gastos y subsidios innecesarios. Esta vez solo utilizaré una experiencia propia de cómo se eliminan los subsidios. Un día un Presidente de la República me designó Ministro de Industria y Comercio y me dijo “Quisiera que lo primero que lograras es eliminar el problema de la corrupción en el suministro del gas y que suprimas el subsidio al gas. El gobierno estaba incurriendo en un déficit al estar subsidiando ese producto, lo cual a su vez daba lugar a un proceso de corrupción con los cupones que se utilizaban para ello.
Cuando me apersoné al Ministerio,pregunté dónde estaban los cupones. Ordené destruir todos los cupones existentes y prohibí nuevas emisiones. Permití que el gas se vendiera libremente y sin subsidio. Es decir que con una simple decisión el subsidio se eliminó y la corrupción se terminó. Cumpli en cuestión de días con la misión que el Presidente me había dado.
Cuándo se está en el poder, es para servir a la ciudadanía, no es para beneficiar a nadie. Es por eso que nos dicen “Servidores Públicos”. En esas funciones se tiene que estar consciente de qué el dominio de la verdad no lo tiene nadie y que conocer cómo se han hecho las cosas en el pasado es bueno para poder actuar en el futuro. Lo digo por lo ocurrido, con el proyecto de reforma fiscal. Nuestra historia de reformas no es tan extensa y en este caso las actuales autoridades al menos debieron estudiarse las anteriores reformas y conocer cómo se hicieron.
Estas fueron la monetaria y cambiaria del 1985-86, la fiscal del 1990-92 y la bancaria del 2004-05. Al menos algo hubiesen aprendido y no hubiesen expuesto al presidente a presentar una reforma que daba una estocada mortal a la clase media. La decisión del Presidente Abinader de retirar esa reforma fiscal fue correcta. Esta decisión es por tanto fácilmente explicable.
El Presidente Abinader conocía que la política es una negociación entre lo necesario y lo posible y se dio cuenta a tiempo que esa reforma fiscal era mala e injusta. En el futuro lo mejor que puede hacer el Presidente Abinader en ese tema es no intentar hacer nuevas reformas fiscales, Aristóteles en sus obras Ética a
Nicómaco y Política, trata el tema de cómo los ciudadanos deben tratar de alcanzar una mejor vida material. Eso según Aristóteles se logra exigiendo a los gobiernos justicia social y económica y a la vez, los ciudadanos no dejarse esquilmar por los gobernantes.
Eso fue lo que iba a suceder. Los ciudadanos lograron que el proyecto de reforma fiscal se retirara del congreso. Ese logro de aquí en adelante deberá servir para un próximo paso. Este es que los ciudadanos sometan al congreso las leyes que consideren que les puede beneficiar y a la vez proponer la eliminación de aquellas que no sirven. Entiendo que actualmente se están recogiendo firmas para someter un proyecto de ley que cancele el otorgamiento de fondos públicos a los partidos políticos. Eso es un ejemplo y una buena iniciativa que merece el apoyo de todos los dominicanos.