PEREGRINANDO A CAMPO TRAVIESA
Pasar de la distracción al centro, Cristo
Hombre práctico, Adolfo Nicolás ofreció a la Compañía de Jesús algunas preguntas para medir nuestro grado de distracción.
Respecto de los aparatos y medios tecnológicos, “¿sentimos que somos de alguna manera inferiores si no estamos actualizados en ellos? ¿Por qué nos sentimos tan mal siendo diferentes? ¿Por qué es tan importante para nosotros ser aceptados, ser parte del equipo?” Hemos empezado a llamar verdad a “una opinión pública intencionalmente construida y acrítica”. Tenemos que preguntarnos: ¿queremos datos o comprensión? ¿Velocidad o profundidad? ¿Quién nos guía, Cristo o la Web?
Si “nuestro crecimiento intelectual no termina en oración, adoración, misterio” vamos mal.
Estamos distraídos cuando adoptamos la postura del “si no estoy de acuerdo, no tiene sentido”.
En sus Reglas para sentir con la Iglesia, Ignacio no se preocupaba por lo que tenía sentido para él, sino de lo que tenía sentido para la gente. En medio de nuestra flora y fauna de opiniones, Adolfo Nicolás, nos propone: “…no nos distraigamos con nosotros mismos, con nuestras ideas, nuestros gustos y disgustos, nuestras opiniones y teologías, sino que consideremos a las personas caminando y viviendo en la presencia de Dios. Olvídate de ti mismo y defiende la vida de estas personas.”
El General nos recuerda que” los grandes jesuitas … [eran] hombres de una pieza: enteros, dedicados, consistentes, bien orientados y no distraídos en lo más mínimo… lo que me sorprende de todos ellos es su total dedicación a su vocación y su misión. Son personas que han dado todo y permanecen bien orientados hacia el objetivo final de su auto donación: Dios y el servicio de su Reino”.
Ellos nos invitan a “ir al centro; el centro en Dios y el centro de nosotros mismos y nuestra vocación en la Compañía y en la Iglesia.”
Hoy como ayer, el Señor continúa llamando al seguimiento de su Hijo “la tarea sigue siendo tan inmensa y desafiante como siempre. La respuesta, también, debe ser total, concentrada, tan centrada como siempre o incluso más, porque estamos comenzando a comprender que el plan de Dios siempre ha sido un plan para el universo y no sólo para la familia humana.”
El P. Nicolás renunció a los 80 años y se trasladó a Filipinas. El 3-10-2016 fue elegido general, Arturo Sosa Abascal. Adolfo Nicolás falleció en Tokio, Japón el 20 de mayo del 2020.