Desde mi pluma

Cuidado con ignorar

Hace tan solo unos días se viralizó la agresión protagonizada por una pareja de haitianos en contra del personal del área de Emergencias del Hospital Dr. Darío Contreras.

El lamentable incidente es una vergüenza y una verdadera muestra de la inseguridad que enfrentamos.

Este tipo de actos, condenables sin importar la nacionalidad de quien los cometa, se agravan en el contexto actual de las relaciones entre República Dominicana y Haití, donde el clima de incomodidad y desconfianza está más presente que nunca.

En un momento en que las tensiones entre ambas naciones están al límite, hechos como este no hacen más que echar leña al fuego.

Para nadie es un secreto que la convivencia entre dominicanos y haitianos ha sido compleja, especialmente en los últimos años, pero situaciones violentas dentro de nuestras instituciones más sagradas, como los hospitales, profundizan los choques de opiniones y generan resentimiento y división.

Es preocupante que en un espacio destinado al cuidado de la vida, lleno de seres humanos en condiciones de vulnerabilidad, seamos testigos de actos que atentan contra la integridad de los demás.

Si bien no podemos generalizar ni atribuir los errores de algunos a toda una comunidad de extranjeros, no podemos tampoco ignorar que este tipo de comportamientos encienden alarmas en la sociedad y deben ser atendidos con la seriedad que merecen.

Las autoridades están obligadas a tomar medidas contundentes, a perseguir a los responsables y a imponer sanciones para reforzar la seguridad en los hospitales y preservar la paz en estos espacios. La violencia no puede ser nunca la norma, y permitirla en cualquier contexto es un camino que no podemos recorrer.

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