PEREGRINANDO A CAMPO TRAVIESA
Adolfo Nicolas en el 2010: fallos a corregir
Con mucha sinceridad, el Padre General señaló varios fallos que la Compañía de Jesús debe enmendar. He escogido los seis que juzgo más relevantes.
Primero, a los jesuitas “nos falta música, nos falta estar sintonizados con el Espíritu”. Discernir no se simplemente aprender un método, sino “hacer una sintonía con el Espíritu. La manera jesuítica de estar es en contacto con la realidad, pero musicalmente sintonizando con el Espíritu que está en la realidad.” Esto solo lo vamos a lograr si nos reconocemos “ignorantes, no como sabios y entendidos”. Lo lograremos, si estamos, abiertos al Espíritu.
Segundo, si teólogos de la talla de Gustavo Gutiérrez, consideran a la espiritualidad ignaciana como conveniente al laicado de hoy, ¿por qué “no se difunde” más? El P. Nicolás respondió: “Porque sufrimos del síndrome de los profesionales, porque queremos tener el control…” Nosotros no tenemos la exclusiva de lo ignaciano. Nos sobrecargamos al querer tener el control. Sintonizaremos “con la música de la realidad y del Espíritu si estamos dispuestos a perder el control.”
Tercero, necesitamos “trabajar una disciplina interior que nos ayude desde el interior a ser consecuentes con nuestras opciones de vida.”
Cuarto, nos hace falta aprender a “celebrar el fracaso por el Reino de los Cielos. A los que sirven a los pobres nadie los va a celebrar.” Aprendamos a “celebrar el servicio humilde”.
Quinto, descubramos que mucho de nuestro malestar y de nuestro dolor en el fondo provienen “de la falta de horizontes, de sentido. Las curaciones es uno de los ministerios de Jesús y curaba porque daba horizonte, sentido.” La espiritualidad ignaciana cura heridas cuando conecta horizontes, pero para eso hay que “aceptar la cruz, el acompañamiento de Cristo.”
Sexto, los obispos jesuitas le contaron al Padre General que la Compañía necesita hacer que sus instituciones sean más proféticas y no tan burocráticas. Nos ven a los jesuitas “demasiado preocupados por el trabajo ad-intra, por las exigencias de nuestras instituciones”. Nos critican: “los jesuitas hacen, planifican, y luego el obispo de la zona no se entera”. Hacemos redes para todo, pero entre nosotros, sin tomar en cuenta la iglesia diocesana.”
Adolfo Nicolás, concluyó citando una página de Facundo Cabral. Valga esta muestra: “No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla. Distraído de la vida que te rodea: Delfines, bosques, mares, montañas, ríos.”