Entre 2020 y 2023, Abinader redujo la deuda en 20.32%, iguales a 10.5% del PIB

Desde su origen, la doctrina moderna de la justicia social se planteó otra, relativa a corregir la democracia, intentando subsanar las deformaciones que el número (Aristóteles) impone a esta modalidad de gobierno constituido por la inconstante voluntad popular.

Numerosidad colectada, atesorada y acorralada por organizaciones políticas dispuestas a todo tipo de deformación de la democracia con tal de conquistar-retener el poder. Incluyendo mentiras vulgares, soeces.

Entre los pecados políticos capitales está el endeudamiento público no financiero (SPNF). El riesgo de que, respecto al PIB, rebose sus niveles actuales le confiere relevancia: 32.8%, el externo; 13.5% el interno.

De cada US$1 que nuestra economía genera, el país debe 0.463 centavos, ±la mitad.

Al respecto, hay políticos haciéndose los tontos: culpando al presidente de ello; mintiendo para pretenderlo. Sin embargo, los responsables, ¿quiénes son?

El endeudamiento se mide como porcentaje del PIB. Abinader lo recibió en 38.9% el externo y 17.7% el interno.

No entendemos por qué lo callan los tecnócratas oficiales, pues siempre como % del PIB, del 2020 al 2024 esa deuda pública nacional descendió: 6.1% la externa y 4.2% la interna.

A la pregunta ¿Quién propició su incremento?, las estadísticas pueden responder.

La deuda dominicana, según Hacienda, como % del PIB y a fin de año, varió de 28.4% (2004) a 32.0% (2012), ganando +4%.

Del 2012 al 2020 ¡pasó de 32% a 56.6%!, creciendo 24.6 puntos porcentuales, iguales a +76.87%. Fue por la Covid-19, se alegará, mas no fue así porque del 2012 al 2019, antes de aterrizar la pandemia en nuestro lar (marzo 03, 2020), la deuda ya totalizaba 40.4%, siendo +8.4%, > el duplo de su aumento 2004-2012.

En los ejercicios 2004-2012 y 2012-2020 se aprecia un fuerte auge de la deuda durante años preelectorales. En 2022-23, no. Del 2007 al 2008 sí: fue +6.2% del PIB; y 3.4% del 2011 al 2012. Durante el tramo 2012-2016 hubo cierto comedimiento respecto a ella pues incrementó +3.3%. Sin embargo, entre 2019-2020 ¡se disparó +16.2%!, escalando a ¡56.6% del PIB!, resultado no vinculable a la pandemia porque hasta el 08 de agosto del 2020 (Digepi, boletín #145) su tasa de letalidad fue 1.66%, iguales a +0.65% que la de Países Bajos y +0.32% que la sueca, según reportó la web de la Johns Hopkins University casi un año después: julio 15, 2021.

De tal modo, pese al auge pandémico, cuyos casos confirmados o registrados —boletín #558, 24 de octubre, 2021— pasaron de 81,084 a 376,736 (+364.62%) y las muertes por Covid-19 de 1,346 a 4,110 (+205.35%), se logró reducir la letalidad en 5.7 décimas (-34.33%). Junto a las caídas de las economías, al cierre de empresas, a la disrupción de las cadenas de suministro, al encarecimiento de transportes marítimos y aéreos, a la pérdida de empleos y a la consecuente escalada inflacionaria global desde 3.51% a 8.71% (+148.15%) en 2019-2022 y 5.79% (+39.38%) en 2024, ¡el endeudamiento dominicano redujo! Gracias a Abinader pasó de 56.6% a 50.4% del PIB del 2020 al 2021. Y continuó bajando en 2023, para cerrar en 45.1% del PIB, ¡Entre 2020 y 2024 bajó 20.32%!

Ahí la verdad de cómo ha gobernado Abinader.