Rumbo a la batalla final por la presidencia de Estados Unidos

A menos de tres semanas de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en los Estados Unidos, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el ex presidente republicano, Donald Trump están cabeza con cabeza, en una de los comicios más reñidos de que se tenga historia.

Harris y Trump están virtualmente empatados en la mayoría de los estados, según las encuestas, aunque la diferencia de entre cinco y un punto los coloca en empate técnico. Ambos líderes quisieran recortar la ventaja en las próximas dos semanas, pero todavía faltan muchos recorridos y discursos.

Donald Trump habla durante un mitin de campaña en el Gaylord Rockies Resort & Convention Center en Aurora, Colorado, el 11 de octubre de 2024

Donald Trump habla durante un mitin de campaña en el Gaylord Rockies Resort & Convention Center en Aurora, Colorado, el 11 de octubre de 2024Jason Connolly/AFP

De ganar, Harris haría historia por ser la primera mujer de color y de ascendencia de inmigrantes en ganar la presidencia de la República. Su padre, Donald Harris es un ciudadano jamaiquino y profesor universitario y su madre, la doctora Shymala Gopalan es originaria de la India.

Ninguno de los padres ha aparecido en las manifestaciones ni en la convención que la nominó en agosto, pero Harris se inspira mucho en la historia de su madre, que emigró a los Estados Unidos junto a sus dos niñas y allí conoció al doctor Harris. La candidata tiene una hermana, Maya, dos años menor.

Harris continuo la semana que termina, cosechando respaldo inclusive de antiguos partidarios de Trump como Omarrosa Manigault (no de los Manigault de Haití, sino de Nigeria), quien era demócrata, se pasó al lado de Trump y consiguió un puesto en su gobierno como asistente presidencial.

Más resonante fue el voto anticipado del ex presidente Jimmy Carter, centenario quien había votado en 1945 por Harry Truman, presidente demócrata que se reeligió para completar 8 años en la Casa Blanca hasta 1953. Carter, en atenciones paliativas en su casa de Savannah, Georgia, anticipó que votaría por Harris.

Trump tiene también seguidores que son fanáticos, al compararlo con una intervención divina. Acérrimos religiosos evangélicos ven en Trump una especie de tabla de salvación, pasan por alto todos sus defectos y creen en las teorías de que el triunfo de Harris traería a extremistas de izquierda al poder.

Por el fanatismo que rodea a Trump, muchos analistas de la prensa y la televisión que mantienen equidistancia de los consejos religiosos consideran que Harris tendría que ganar con una mayoría de los electores y los colegios electorales de los Estados bastante convincente para que no se repitan los desórdenes del 6 de enero del 2021, cuando extremistas que apoyaban a Trump asaltaron el Capitolio.

A mitad de la semana que concluye el ex presidente Trump, víctima de un atentado y un supuesto complot cerca de su casa en Mar-A-Lago, Florida denunció a los “enemigos internos”, en clara referencia al lado de Harris y pidió, como si tuviera miedo, ser protegido por las Fuerzas Armadas.

Cada quien por su lado

El pasado jueves los candidatos Harris y Trump estuvieron cada uno por su lado; ella en la ciudad de Green Bay, Wisconsin y él en la cena tradicional de recaudación de fondos que auspicia la Arquidiócesis de Nueva York, que ahora la dirige monseñor Thimothy Dolan. Claro, Harris se excusó.

La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, habla en un evento de campaña en el Erie Insurance Arena en Erie, Pensilvania, el 14 de octubre de 2024.

La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, habla en un evento de campaña en el Erie Insurance Arena en Erie, Pensilvania, el 14 de octubre de 2024.AFP

La cena caritativa reúne tradicionalmente a la élite de Nueva York y se aprovecha para hacer chistes sobre la política. Harris hizo sus chistes sobre Trump en un video, pero el ex presidente la atacó en vivo y consideró irrespetuoso que no asistiera. Es la cena en memoria del filántropo Alfred Smith.

Mientras se celebraba la comida en Nueva York, Harris estaba en Green Bay, Wisconsin. Allí acabó con Trump por su supuesta incapacidad para gobernar el país. Cargó contra el aspirante republicano por decir que el 6 de enero del 2021 fue “un día de amor”. Ella lo consideró “día trágico para el país”.

Harris asistió a una conversación contradictoria el jueves en el programa de Fox News que dirige el comentarista Bret Baier. La conversación fue muy tensa la mayor parte del tiempo y vio a Baier mostrar las garras de la vicepresidenta, quien lo hizo quedar mal por sus interrupciones constantes.

En la edición de ayer del Washington Post, el renombrado columnista del diario Eugene Robinson, sugirió a Baier mandarle flores a Harris por la entrevista. En otra entrevista esta vez por PBD Podcast, Trump retomó sus ataques racistas, y hasta el dominicano super estrella del béisbol, Sammy Soto bailó por el tono claro que ha dado a su piel pese a que es negro. Trump está obsesionado con la idea de que la candidata Harris no es negra.

Esta semana saldrá a circular el libro WAR, de Bob Woodward, uno de los grandes periodistas norteamericanos. Revela sensacionales datos sobre el maridaje de Trump con el líder ruso Vladimir Putin, a quien le habría mandado a Moscú vacunas y menjunjes para prevenir el COVID 19. Otra obra biográfica del líder senatorial republicano, Mitch Maconnell dice que después de las elecciones del 2020 en la cual Trump perdió, lo llamó “estúpido”, “malhumorado”, un ser “narcisista y despreciable”.

La noche del jueves en la manifestación de Wisconsin, Harris apareció vestida de negro con una sonrisa de oreja a oreja. Habló de cómo ella representa el futuro mientras que Trump el pasado. Mencionó el valor de las pequeñas empresas como la base de la economía de los Estados Unidos.

Harris dijo que pondría la clase media y los trabajadores primero en cualquier reforma. Atacó al ex presidente Trump señalando lo brutal que sería su vuelta a la Casa Blanca, lo serio para el país y para los que pagan sus impuestos que una persona como el ex presidente volviera de nuevo al poder.

Caso Springfield

Trump y su candidato vicepresidencial JD Vance perdieron el caso de Springfield, Ohio, donde denunciaron que los inmigrantes haitianos que viven en la ciudad con permisos de refugiados se comieron gatos, perros y otras mascotas. Después de largas controversias se demostró la mentira.

En realidad, no se comprobaron las denuncias y una vecina que denunció que su gato había sido comido por los inmigrantes haitianos, luego reconoció que el felino apareció sano y salvo. Trump anunció una visita a Springfield que nunca se ha concretado y no se espera que la haga en dos semanas.

Es posible que el candidato presidencial se topara, si hacía el viaje, con las autoridades municipales quienes denunciaron que los ataques a gatos y perros por los haitianos había sido una fábula. Esa ha sido una de las varias ocurrencias que la prensa llama “inventos” de la campaña.

Si Trump perdiera las elecciones los analistas recordarán que el señor Vance, senador de Ohio aportó poco a la campaña y metió en problemas al candidato presidencial Trump, cuando en verdad lo eligieron para que ayudara la maquinaria del Partido Republicano y cubriera al político de 78 años, 10 años mayor que Harris.