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Una pifia peligrosa

Recuerdo al profesor querido Genaro Soriano (EPD), que en sus clases sobre control interno y auditoría, mencionaba este criterio y se reía: una pifia de auditoría.

Y se refería a aquellos sistemas que estaban ya distorsionados para el fraude, pero que por un error de alguno de los actores, todo quedaba develado, a eso entonces le llamaba la pifia de auditoría,

Da más que miedo pánico, el ver con los ojos de mirar, el lodazal que representa la administración pública y su cultura corrupta hasta más no poder. Tengo la hipótesis que el caso que hoy concita el interés nacional, es solo la punta del iceberg de la estructura mafiosa y criminal que opera desde el estado.

El escándalo que debió “matarse chiquito”, no se atendió a tiempo y el tiempo pasó y así lo dispuso el Señor de Señores y Rey de Reyes, para que abramos los ojos y para que demos un empujón de hombres, a esta carreta que esta camino del sol, pero que ha sido gobernada por buitres y asesinos enemigos de la patria.

El famoso escándalo del Intrant es una simple cosquillita, y no importan las cifras y tampoco los trabajos hechos con o sin calidad, y menos importan los contratos ilegales que se denuncian en la prensa.

El Gobierno se propone eficientizar el gasto público con una serie de reformas en la Administración Pública.

Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo.

Nada de esto reviste la importancia que tiene, el irrespeto del gobierno de turno, que se atrevió, otra vez sin el permiso del pueblo dominicano, a ceder el control de la información de inteligencia a manos privadas.

Aquí no importan los nombres, el populismo penal se encargará de la victimización como forma de reducir las penas. Al fin y al cabo las leyes existen y deben cumplir su función sin importar la calaña o la estirpe de los imputados.

Se ha destapado tremenda caja de pandoras, y el líquido espeso que puede verse dentro de ella, no solo es oscuro y viscoso, sino que además constituye arena movediza y al parecer, todos los implicados y muchos más que se sumaran, quedarán inmóviles, pues en arena movediza no es una estrategia de victoria, el hacer muchos movimientos.

Cuando comenzamos a ver los aportes inter institucionales, no solo de recursos para atender esa emergencia nacional que era el proceso de semaforización, pués seguro era parte de la agenda 2030 único interés del cambio, el terror se apodera del pensamiento, y los cuestionamientos se dislocan y confunden, sin saber por dónde empezar.

Es que siendo un elemento tan importante como lo es la seguridad nacional, la información de inteligencia, la actividad fundamental del DNI con o sin la nueva ley del Sátrapa, queda todo bajo el mismo cuestionamiento y desconfianzas.

Si tomamos la pirámide organizacional de estos procesos, son demasiadas y de gran peso las estructuras comprometidas, a esto que el mismo ministerio publico ha denominado como una estructura criminal.

Si comenzamos a enumerar estos temas organizacionales comenzamos a quedarnos paralizados:

• El Intrant

• El DNI

• El ministerio de la presidencia

• Ministerio de Defensa

• El IDAC

• La Contraloría General de la República

• La Dirección de Compras y Contrataciones

• Ministerio de Hacienda

• Dirección de Presupuesto

• La Presidencia de la República

• Comité de compras

• Comité de Ética

• Departamento Financiero, Administrativo y Suministros

• La empresa de los Semáforos

• La empresa de las Cámaras

Y de repente me quedo corto, solo identificando no personas, sino estructuras organizacionales, que le dan carácter institucional a la mafia estatal en estos dos citados casos: virales y poco comprendidos.

Las acusaciones que se han detallado en los medios, tal vez buscan la distracción de la gente, a la vez que ya en el Congreso de la República, se iniciaron desde lunes 7 de octubre las sesiones para la Revisión de la Constitución de la República y además, ese día , el Presidente de la República en su cita con la prensa en La Semanal  anunció la propuesta de reforma fiscal.

A esto se sumó la agenda nacionalista que debió ser en otro momento, pues ese accionar contradictorio entre la Vieja Orden, el ADN y el Ministerio de Interior y Policía, deja un mal sabor, no solo por el intento de impedir una marcha pacífica, sino que todo converge en el mismo escenario, de obligar al pueblo a una reforma fiscal y constitucional que no se merece.

Pero abstrayéndonos un poco de este contexto al cual se obligó el sometimiento por los temas de los semáforos y el espionaje, y el inicio de la lectura de las acusaciones (430 páginas) para la medida de coerción, todo esto nubla la visión para temas de suma importancia, como lo es la seguridad nacional, y la información privilegiada que no debería estar en manos de una empresa privada.

Tenemos la sospecha de que el entramado de corrupción y asociación de mal hechores y coalición de funcionarios, podrían ser epítetos convenientes desde el punto de vista de la técnica jurídica, pero desde el punto de vista administrativo, se podría hasta apostar, de que nada de esto es sorpresa para el poder ejecutivo y las estructuras consideradas en este nuevo caso, hoy denominado Operación Camaleón.

Y Camaleón es un epíteto interesante, pues definitivamente es el camuflaje del camaleón lo que se podría verse en este contexto nebuloso, donde al parecer nadie puede tirar la primera piedra.

El tema luce ser tan complejo, que los dos súper héroes ya detenidos, podrían parecer hasta chivos expiatorios del contexto político que vivimos, y que por las mismas razones de seguridad nacional y las verdades ocultas que no se querrán develar, fácilmente el bajadero surge de forma automática, con algunas informaciones sorpresas. Claro, luego de amansar al pueblo dominicano, frente al desafío del cambio al querer imponerle más impuestos a una población que escasamente se alimenta.

Pero por el otro lado la reforma constitucional que ya también declaró se avanzo con 8 sesiones del grupo control del PRM, por lo que la asamblea revisora formal, no tendrá mucho que hacer, discutir o enmendar, salvo levantar las manos, votar y utilizar el Gran Sello Gomígrafo del Rey Sol en el Senado de la República.

Sin embargo a nuestro entender se ha cometido una pifia peligrosa, con poner sobre la mesa el tema de los semáforos, con el encarcelamiento de dos personas, en apariencia aliadas en una trama de corrupción administrativa, pero con un tema adicional vital, como lo es la seguridad nacional y el Espionaje que al parecer, deja ver los paño menores usados y sin lavar, y que le resta muchísimo más desconfianza a la institucionalidad nacional.

Poner sobre la mesa las mancuernas privadas aliadas al ministerio de defensa con contratos para el espionaje, es algo totalmente inaceptable.

Por el tema de la verticalidad a respetar, parece que nada de esto se hizo sin la anuencia del ejecutivo, y claro, como siempre se necesitaran los consecuentes chivos expiatorios para tapar ese tremendo hoyo moral y ético, que definitivamente no adorna la gestión del cambio.

El tema de las compras y contrataciones, el control previo por parte de la contraloría, la no detección oportuna de esos hallazgos que se comunican, luego de haber pagado miles de millones de pesos, contratos de espionaje y demás diabluras, no se entiende que hacían la dirección de compras y contrataciones, y las unidades de auditoría interna de la contraloría, ¿se hacían de la vista gorda?.

Este escándalo es mucho más que una pifia por parte de los actores involucrados, habría que sumarle: Compras y Contrataciones, La Contraloría, Comité de Compras, Comité de Etica, Empresas Contratadas.

Esto más que una pifia, luce ser una burla que se fundamenta en un “error estratégicamente cometido”, pero que como todo lo mal hecho, solo espera su tiempo para ilustrar al mundo esa inexorable verdad que con su propia fuerza siempre sale a flote.