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Sin refugio ni protección: La deuda del Estado con los animales

Este 4 de octubre, Día Mundial de los Animales, encuentra a los animalistas y protectores de los animales sin nada que celebrar, pues enfrentan una dura batalla de carencias y la indiferencia de las autoridades.

A pesar de que el tema de la protección animal es una preocupación creciente entre los ciudadanos, y de la existencia de una ley que regula este ámbito, las instituciones responsables continúan ignorando sus obligaciones. Las excusas se multiplican, mientras los animales sufren las consecuencias de la inacción del Estado dominicano.

Una persona junto a un perro. Archivo.

Una persona junto a un perro. Archivo.UGR / Europa Press

Falta de albergues: un incumplimiento de la ley

La Ley 248-12 de Protección Animal y Tenencia Responsable, promulgada el 15 de agosto de 2012, establece la responsabilidad del Estado de crear albergues para animales maltratados o abandonados. Sin embargo, más de una década después, no se ha construido ni un solo refugio financiado o gestionado por el gobierno. Esta omisión legal refleja una falta de compromiso hacia el bienestar animal, dejando a cientos de miles de seres vivos a su suerte.

Los pocos albergues que existen son de rescatistas que han tenido que dedicarse en cuerpo y alma a gestionar recursos para garantizar atenciones veterinarias y alimentos para sus rescatados, sin embargo, al no contar con las condiciones adecuadas, muchos optan por mantener en las calles a sus protegidos, a los que tienen que llevar comida y velar por su salud constantemente sin saber si los volverán a ver al día siguiente.

Endeudándose hasta más no poder y contando solo con las donaciones y apoyos de quienes a través de las redes sociales visibilizan sus casos, la realidad de los rescatistas dominicanos es tan crítica que desencadena en otro grave problema; el deterioro de su salud mental.

Los gatos, a diferencia de los perros, establecen sus propias reglas en cuanto a la higiene.

Los gatos, a diferencia de los perros, establecen sus propias reglas en cuanto a la higiene.Fuente externa

A eso se le suma que muchos rescatistas tienen la presión de juntas de vecinos o de sectores que no quieren animales en su entorno, que colocan denuncias ante las fiscalías que luego emiten órdenes en conjunto con el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Medio Ambiente para intimidar a quienes sí entendieron que los animales deben ser protegidos, y se los quieren ´´incautar´´ sin saber a dónde serán llevados o qué destino tendrán.

Una carga injusta sobre los rescatistas

Quienes han asumido la tarea de proteger a los animales en la República Dominicana enfrentan enormes desafíos. Los rescatistas no solo deben responder a emergencias de animales abandonados o atropellados, sino también asumir los costos asociados al cuidado veterinario, en ocasiones mediante créditos otorgados por clínicas que confían en la buena fe de estos defensores de los animales.

El costo promedio de una intervención veterinaria para tratar a un animal atropellado o gravemente enfermo puede oscilar entre 15,000 y 50,000 pesos dominicanos, una cifra exorbitante para quienes dependen únicamente de donaciones realizadas por simpatizantes a través de redes sociales. A menudo, los fondos recaudados son insuficientes para cubrir todos los gastos.

Y los protocolos a los que se debe someter a los animales rescatados para garantizar que no enfermen a otros también conlleva un costo, pues las analíticas son prioridad para poder confirmar su estado de salud.

Una consulta veterinaria cuesta alrededor de 1,000 pesos, la prueba de parvo virus 800 pesos, prueba de distemper 1,200 pesos, hemograma 700 pesos, prueba de Erliquia 1,200 pesos, vacuna contra rabia 1,100 pesos, vacuna quíntuple 1,100 pesos, pastilla antigarrapatas 1,000 pesos, esterilización 6,000 pesos, y estos precios son solo para rescatistas y fundaciones.

Además, el cuidado continuo de estos animales rescatados incluye la alimentación diaria, el tratamiento contra parásitos como pulgas y garrapatas, y la atención médica necesaria para garantizar su bienestar. Sin embargo, este esfuerzo titánico es sostenido por unos pocos, mientras que las autoridades responsables permanecen ajenas y sin involucrarse como corresponde.

Maltrato y abandono: una problemática que persiste

El maltrato animal en la República Dominicana adopta múltiples formas: desde el abandono cruel en carreteras y vertederos, hasta el uso de animales de raza como mercancía para la cría y la venta indiscriminada.

El abandono de animales domésticos, especialmente perros y gatos, es también alarmante. En la mayoría de los casos, los dueños de mascotas que no desean seguir cuidándolas simplemente los dejan en las calles o piden a terceros que “se deshagan” de ellos. Según estadísticas aproximadas, más de 2 millones de perros y gatos viven en las calles en condiciones de abandono en el país.

Perritos

PerritosFuente externa

El abandono y el maltrato animal no solo constituyen una cuestión moral, sino también un grave problema de salud pública. Según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 70% de los perros en países en desarrollo son callejeros, lo que incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas como la rabia.

Falta de acciones por parte de las autoridades

A pesar de que la Ley 248-12 contempla sanciones para quienes maltratan o abandonan animales, en la práctica, los casos que llegan a los tribunales se cuentan con los dedos de una mano. Las condenas, cuando ocurren, suelen limitarse a sanciones económicas mínimas o presentaciones periódicas, medidas insuficientes para disuadir a los maltratadores.

La falta de jornadas periódicas de esterilización es otro aspecto crucial que agrava la situación. En la actualidad, solo la alcaldía del Distrito Nacional lleva a cabo campañas de esterilización y vacunación de animales callejeros, aunque el grueso de la población de animales abandonados reside fuera de este municipio. Esta falta de control ha generado un crecimiento desmedido de la población animal en situación de calle, lo que también incrementa los riesgos sanitarios para la población humana.

Proyectos de solución: Pacto por los Animales y Ciudad de los Animales

Frente a esta desoladora realidad, algunas iniciativas buscan cambiar la situación. El Listín Diario y la Federación Dominicana por los Derechos de los Animales (FEDDA), han impulsado el Pacto por los Animales, una propuesta que aboga por la modificación de la Ley 248-12, para garantizar su aplicación efectiva y la creación de un sistema de protección animal a nivel nacional.

Uno de los proyectos más ambiciosos es la Ciudad de los Animales de Fundación LASO, una iniciativa que busca ofrecer soluciones integrales al problema de los animales abandonados y maltratados. Este proyecto incluirá albergues, centros de adopción, clínicas veterinarias a bajo costo y programas educativos para fomentar la tenencia responsable y el respeto hacia los animales. Además, la Ciudad de los Animales sería un espacio único en el mundo, atrayendo incluso el interés del sector turístico internacional, al posicionarse como un modelo de referencia en la protección animal.

El cambio comienza ahora

Este 4 de octubre, Día Mundial de los Animales, no debería ser solo una fecha de conmemoración, sino un llamado urgente a la acción. La realidad de los animales en la República Dominicana no mejorará hasta que las autoridades asuman su responsabilidad y la sociedad entienda que el bienestar animal es una cuestión de justicia, salud pública y compasión.

Es hora de exigir el cumplimiento de las leyes, de que el Estado cumpla su rol con la creación de refugios dignos y accesibles, de apoyo a las organizaciones protectoras de los animales y el establecimiento de un régimen de consecuencias para quienes maltratan y abandonan a estas criaturas. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad más justa y respetuosa con todos los seres vivos.