enfoque
La amistad entre Bosch y Prío Socarrás
Siempre he escuchado a diestra y siniestra que Juan Bosch fue un ingrato con el depuesto presidente de Cuba Carlos Prío Socarrás que ni lo recibía cuando fue presidente de República Dominicana. Como siempre sin argumentos y naturalmente sin pruebas. Cuando Prío fue parlamentario y luego primer ministro, Bosch fue su asistente personal; cuando Prío Socarrás fue presidente en 1948, la amistad y colaboración se mantuvo hasta que Batista le derrocó en marzo de 1952 y, a raíz del asalto al Moncada en 1953, Bosch se asiló en Costa Rica, Bolivia, Chile y finalmente en Venezuela.
En “Cuba, la isla fascinante”, Juan Bosch habla de su amigo Prío Socarrás y señala que una de las razones que motivó y permitió el golpe de fuerza de Batista fue el innoble pantano político y moral que reinaba en la Cuba de entonces además de “la falta de autoridad del presidente Prío” (JB, Obras completas t. 8, pp. 187-8).
En mis largas conversaciones con Bosch sólo una vez le pregunte por Prío y si seguían siendo amigos. Eludió responder. Sólo dijo: “tuvo una fuerte depresión y se suicidó en Miami…”
Como el azar tiene la virtud de ordenar las cosas como van, tuve la suerte de leer un escrito de 1963 (inédito, supongo), del Dr. Samuel Mendoza Moya, amigo de infancia de Bosch en que relata una visita de Prío Socarrás a la residencia particular del entonces presidente Bosch para pedirle que comprara 4000 toneladas de trigo sobrevaluadas y, con ese dinero, financiar una invasión a la Cuba castrista. Bosch se negó, pero Prío insistió: “Bueno, ya que no puedes complacerme en eso”, relata Mendoza Moya, “te pido me permitas disponer de un lugar en la frontera con Haití donde yo pueda reconcentrar revolucionarios contra Castro. Eso no te costará nada. Nosotros nos encargaremos de los gastos.”
“Mira, Prío, [si] Eisenhower no pudo con Castro, menos podría yo”, le respondió Bosch vehementemente. “Además, ustedes pagarían los gastos de los primeros días y luego yo tendría que vérmelas con la manutención de toda esa gente y con los problemas internacionales que acarrearía esa reconcentración de revolucionarios en suelo dominicano. Así que no puedo complacerte.”
Negativas que dieron al traste con la vieja amistad entre Prío y Bosch en 1963 cuando Prío declaró en Costa Rica: “Juan ha cambiado mucho, ya es un comunista”.