Fusión: la educación superior primando sobre la preuniversitaria

Jerárquicamente correcta, la prudencia del Ministro de Educación de la República Dominicana (Minerd), señor Angel Hernández, al manifestar anteayer su acuerdo con la fusión del Mescyt y el Ministerio que él conduce, puesta en marcha desde el gobierno e incluida en las asignaciones del Proyecto de Ley de Presupuesto gubernamental para el 2025.

Cuando al Ágora ingresan las reuniones de coordinación y “afinamiento” que al respecto realizan las instancias pertinentes, recordamos: el desarrollo se construye desde la educación superior, las ciencias y las tecnologías. Y aunque la mayoría de países supla su servicio educativo mediante un ministerio, en importantes economías latinoamericanas la primacía del campo parece ostentarla la entidad de educación superior, ciencia, tecnología e innovación o la política.

En Brasil, educación preuniversitaria y técnica, por un lado, y la superior por el otro, constituyen alas de una estructura compleja denominada “Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes”. Su actual responsable, Pilar Alegría Continente, fue diputada (2008 y 2015); Consejera de Innovación, Investigación y la Universidad del Gobierno de Aragón (2015) y diputada de las cortes autonómicas (2015-2019): un cuadro del Partido de los Trabajadores, hoy en el gobierno. En esa estructura, la educación preuniversitaria, deportiva y superior poseen grados de Secretarías Generales.

Estructura similar existe en México. Bajo la jerarquía de la Secretaría de Educación Pública (SEP) se colocan tres secretarías, una para cada nivel educativo: Superior, Media superior y Básica, donde la Educación Superior incluye la ciencia y la tecnología y está refrendada por una ley particular, aprobada el 09 de marzo del 2021 y proclamada por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 19 de abril del 2021.

Leer su texto revela la independencia y especificidad funcional que dicho dispositivo jurídico confiere al organismo de educación superior: como las demás, sólo debe coordinarse con la SEP, siendo la primera de la serie en el organigrama. Lo expresa así: “Artículo 113. Corresponden de manera exclusiva a la autoridad educativa federal las atribuciones siguientes: (...) XII. Coordinar un sistema de educación media superior y un sistema de educación superior a nivel nacional, con respeto al Federalismo, a la autonomía universitaria y a la diversidad educativa”, en tanto niega a la SEP jurisdicción sobre los lineamientos generales de la educación superior al limitar su acción a: “XV. Fijar los lineamientos generales de carácter nacional a los que deban ajustarse las escuelas públicas de educación básica y media superior para el fortalecimiento de las capacidades de administración escolar”.

En el caso chileno, finalmente, la educación superior es materia de una superintendencia, un ente de control supra en lo concerniente a la calidad educativa, sus procesos y demás.

Por tanto, insistimos proponiendo que la fusión resulte así: a) redenominando el Minerd en ministerio de educación superior, ciencia, tecnología y preuniversitaria, reestructurándolo desde lo inferior a lo superior educativo; b) haciéndolo superintendencia o, finalmente, dejándolo igual aunque integrándolo presupuetariamente al Minerd: dos responsables con igual jerarquía.

Referencias válidas si procediera aprender de países similares que en matemáticas, ciencias y habilidad lectora alcanzaron, en PIISA, 2022 y respectivamente, Brasil: 410, 379, 403; México: 415, 395, 410; Chile: 448, 412, 444, superándonos significativamente.