Antes de tiempo
La historia de las civilizaciones está llena de casos en los que ideas y avances científicos no tuvieron consecuencia alguna en el momento en que fueron desarrollados y presentados. Revisando retrospectivamente esos episodios es frecuente concluir que su falta de impacto se debió a que su presentación ocurrió antes de tiempo. En ese sentido, “antes de tiempo” arrastra una implicación de que las ideas a las que hace referencia fueron buenas y valiosas, pero lamentablemente no existían las condiciones necesarias para que fuesen aplicadas. Por el contrario, no es usual decir que una idea disparatada que no progresó se formuló antes de tiempo, pues en lo que a ellas concierne, lo que se piensa es que nunca debieron ser presentadas y que fue afortunado que no se les tomara en cuenta.
El calificativo de “antes de tiempo” se suele utilizar principalmente respecto de descubrimientos científicos que fueron pasados por alto, siendo su valor reconocido sólo mucho después, quizás siglos más tarde. La culpa de que no fuesen apreciados por lo regular se achaca a la tecnología. Esta última, se menciona, no estaba apta para trasladar el descubrimiento al terreno de las innovaciones. No había forma de convertir el adelanto en productos tangibles, tales como instrumentos, maquinarias o bienes de consumo. Hubo que esperar a que la tecnología llegara a estar en condiciones de aprovechar dichos descubrimientos.
Sin embargo, aunque es cierto que la tecnología ha jugado un papel muy importante, un recuento de numerosas ideas que fueron ignoradas o rechazadas pone de relieve que los motivos de su no aplicación fueron de tipo económico, social o cultural. En muchos casos, respecto de los factores económicos, no existía demanda actual o potencial que justificara, o hiciera rentable, incurrir en los gastos e inversiones requeridos. En otras ocasiones no había una estructura de mercadeo, transporte o distribución disponible para manejar los productos resultantes. A veces los avances fueron suprimidos porque afectaban sectores económicos influyentes. Y sucedió además que no se contara con medios de difusión para que las ideas llegaran a las esferas que mejor podían aprovecharlas. Y en relación con los factores sociales y culturales, en múltiples circunstancias estamentos consolidados bloquearon los avances por razones religiosas, temor al cambio, tradiciones heredadas o prejuicios intelectuales.
Las reformas son también susceptibles a ser propuestas antes de tiempo. Aun si son aprobadas, pueden no llegar a ser efectivas. Si se desea que fructifiquen, es preciso determinar si las condiciones económicas, sociales y culturales propicias están dadas, y promoverlas con anterioridad a las respectivas reformas si no están presentes.