enfoque
INTEC como universidad pública no estatal
¿Cómo definir al Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC)? Según las concepciones tradicionales, INTEC es “una entidad privada, sin fines de lucro, de finalidad pública”. Una aproximación más contemporánea y apropiada lo posiciona como una universidad pública no estatal.
Lo “público no estatal”
Luis Carlos Bresser-Pereira, ministro de Administración Federal y Reforma del Estado y luego de Ciencia y Tecnología durante los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso, define lo “público no estatal” con referencia a “organizaciones o formas de control “públicas” porque están volcadas al interés general; son “no estatales porque no forman parte del aparato del Estado, sea porque no utilizan servidores públicos o porque no coinciden en los agentes políticos tradicionales.”
Insistir en que se trata de entidades públicas no estatales no es simplemente un giro semántico. Implica dos aspectos fundamentales de los cuales disfruta el INTEC, su propiedad y su finalidad.
INTEC como universidad que pertenece a la sociedad
INTEC que pertenece a la sociedad, no tiene dueño particular, cuenta con administradores fiduciarios que la gestionan a favor de la sociedad dominicana. Tiene perfecta claridad sobre su finalidad pública. Sus Estatutos Generales establecen que fue: “… creada para contribuir a la transformación social del país, a la promoción continua de la calidad de la vida de sus habitantes y a la preservación de su patrimonio moral y material para legarlo mejorado a las generaciones por venir, mediante la educación superior, el desarrollo de la cultura, la investigación y la divulgación científica y tecnológica.”
Es administrado por una Junta de Regentes integrada en condición honorífica por quince (15) miembros, incluyendo al Rector, de los cuales su mayoría deben ser egresados, pues los fundadores de INTEC entendieron que eran sus egresados los que con más ahínco cuidarían del presente y futuro de su Alma Mater y de su apego a los fines para los que fue creado. Ninguno puede permanecer en la misma por más de nueve años, de modo que nadie se enquiste en la instancia de máxima dirección, prescripción que se extiende a los principales ejecutivos y directivos del INTEC, a su rector, vicerrectores y decanos.
Generadora de bienes públicos y semi-públicos
INTEC produce bienes públicos por cuanto sus aportes al desarrollo de la cultura, la investigación y proyectos científicos-tecnológicos se hacen disponibles a la sociedad y su uso por una persona no substrae del uso a otros. Y mediante la formación de profesionales competentes y ciudadanos socialmente responsables, aporta bienes semi-públicos, porque sus egresados se apropian del beneficio de dicha formación, pero con ellos la sociedad acrecienta su capital humano.
Alineada con los propósitos y necesidades para el desarrollo inclusivo, competitivo y sostenible
INTEC responde a las necesidades del desarrollo del país. Su oferta académica es pertinente y atrevida. Su primera oferta de grado, en 1973, ofreció una casi desconocida carrera de ingeniería industrial y, poco después inició la carrera de diseño industrial cuando no se tenía conciencia de su importancia.
Más temprano que tarde ofreció mecatrónica y desarrollo de software. Se adelantó a ofrecer biotecnología, bioquímica, cine y comunicación audiovisual, ingeniería financiera e ingeniería comercial y matemáticas orientadas a estadísticas o a ciencias actuariales. Ofrece hoy también las ingenierías biomédicas, logística y transporte, ciberseguridad y ciencia de datos.
Sus profesores, organizados en los laboratorios, centros y observatorios, privilegian los temas medio ambientales, como la gestión integral y aprovechamiento del sargazo; el impulso de la economía circular y la gestión de residuos, mejoras en las tecnologías del plástico y la creación de nuevos materiales biodegradables; estudios de conservación de nuestros recursos naturales como el agua; la determinación de propiedades utilizables de la flora, el aprovechamiento de células madres vegetales, efectos de la contaminación ambiental, y las repercusiones en la inocuidad alimentaria.
Se destaca por estudios diagnósticos de riesgos sísmicos, vulnerabilidad y resiliencia de estructuras y de transporte y vialidad enfocados a la movilidad sostenible, diagnóstico, planeación, evaluación y mejora de políticas y proyectos de eficiencia y sostenibilidad energética, incluyendo el aprovechamiento de las energías renovables y combustibles alternativos.
También son notables sus aportes en la investigación epidemiológica y de salud pública, con énfasis en enfermedades tropicales y crónicas no transmisibles, la nutrición y la salud materno infantil. Sus centros de estudios de género y de educación desarrollan temas sociales con énfasis en aquellos que afectan la igualdad y la equidad.
INTEC privilegia la calidad más que la cantidad. Es pequeña pero intensa. Selectiva e inclusiva. Trabaja todo el año valorando el máximo aprovechamiento del tiempo, lo que se traduce igual al uso del campus con más de 40 laboratorios activos y mejorados continuamente, con ayuda importante del sector privado.
Atrae talento de todo el país. No menos de la quinta parte de sus estudiantes provienen de provincias y la quinta parte de centros públicos. Alrededor de la cuarta parte de su estudiantado disfruta de becas totales o parciales o de distintos descuentos por matrícula.
En sus 52 años, como ágora, ha sido espacio de intercambios, debate, y búsqueda de acuerdos en torno a los más importantes asuntos públicos de distinto orden, siempre preservando su naturaleza académica, apartidista, pluralista y de exclusivo compromiso con la objetividad, la búsqueda de la verdad y de las mejores soluciones a los problemas nacionales.
Por todo lo anterior, INTEC es una universidad pública no estatal.
El autor es Rector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC)