Desde mi pluma
A medias, nada
Hace justamente una semana, varios semáforos de la ciudad capital se encontraban apagados, generando, como si esto pudiera ser posible, un tráfico vehicular más caótico al que estamos, lamentablemente acostumbrados a lidiar.
La respuesta del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte (Intrant), fue responsabilizar por el apagón a la empresa contratada para los servicios de “modernización, ampliación y gestión” de la red semafórica del Gran Santo Domingo, Transcore Latam SRL.
Quisiera decir lo contrario, pero lo que sucederá con el tema de los semáforos es lo mismo que ha pasado en múltiples ocasiones, nunca sabremos el origen del problema ni conoceremos los nombres de los verdaderos culpables de su detonación.
La reputación del Estado, independientemente del gobierno en turno, lo precede, la diferencia es que la población es cada vez menos receptiva a explicaciones a medias y demanda claridad en los procesos.
Lo mismo ocurre con el servicio de energía eléctrica. Inaceptable la cantidad ridícula de interrupciones en el servicio y las denuncias de estrepitosas subidas en la factura. La gente sigue pagando de más por algo que no recibe. Y de nuevo, no se cree las explicaciones de los funcionarios a cargo. Por favor no olvidemos la importancia de la confianza en las instituciones públicas.
Resulta oportuno prestar también atención a lo que afecta la cotidianidad de los ciudadanos, en lugar de priorizar únicamente problemas “más grandes” o los grandes desafíos de la nación, pues son los que más despiertan la frustración. Es más que evidente que a la hora de gobernar, dividir la atención y definir en qué orden se enfocan las soluciones es una tarea difícil, pero no imposible.