enfoque
Desafíos de la lactancia materna en RD
La leche humana constituye el alimento ideal y natural para recién nacidos y lactantes. Sus características nutricionales favorecen un crecimiento armónico y gracias a sus componentes bioactivos que intervienen en la protección contra la invasión de agentes patógenos contribuye a evitar la morbimortalidad infantil. Podemos referirnos a ella como un superalimento, ya que es un fluído vivo y dinámico, capaz de irse adaptando a los diferentes requerimientos del lactante a lo largo del tiempo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para Infancia (UNICEF) recomiendan que los niños y niñas sean amamantados en forma exclusiva y a libre demanda desde el nacimiento y hasta los primeros seis meses de vida. A partir de esa edad las recomendaciones son continuar con lactancia materna y alimentos complementarios adecuados hasta los 2 años de vida.
A pesar de los beneficios reconocidos de la lactancia en los primeros años de vida, millones de niños en el mundo no la reciben, y se cuentan con datos globales del UNICEF de que solo el 48 % de los bebés menores de seis meses son amamantados exclusivamente. En la República Dominicana el porcentaje de niños y niñas que reciben lactancia durante los primeros seis meses apenas llega a 16 %, según la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (ENHOGAR-MICS) de 2019, que efectúan la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) y UNICEF.
Los aportes de la leche humana para el lactante van más allá de cubrir los requerimientos de macro y micronutrientes. Esta contiene grandes cantidades de componentes inmunológicos que ejercen una función protectora contra virus, bacterias y parásitos. A corto plazo reduce el riesgo y gravedad de las infecciones del tracto respiratorio inferior, casos de otitis media y de enfermedad diarreica aguda. A largo plaza reduce el riesgo de obesidad y del desarrollo de Diabetes mellitus tipo 2 y mejora el desarrollo cognitivo. En síntesis, podemos decir que la deficiencia en la práctica de la lactancia aumenta el riesgo de enfermedades y/o muerte en los más pequeños, limita su desarrollo cognitivo y puede acarrear problemas de salud en la edad adulta.
La capacitación adecuada del personal médico, de enfermería y auxiliar es fundamental para el éxito de la lactancia materna. Se necesita ofrecer un asesoramiento respetuoso y basado en evidencia, que proporcione a las madres información clara y apoyo emocional durante este proceso con intervención temprana y seguimiento oportuno. Asimismo, la creación de espacios amigables para la lactancia en lugares de trabajo y de esparcimiento público y privado es crucial para fomentar una cultura que respete y apoye la lactancia aunado a campañas de sensibilización y educación sobre el tema.
Cada año por iniciativa de la OMS y el UNICEF en la primera semana de agosto se celebra La Semana Mundial de la Lactancia Materna con la intención de crear conciencia e impulsar acciones que permitan acompañar, promover y apoyar el derecho a la lactancia materna y sus beneficios. El tema de este año es “Cerrar la brecha: apoyo a la lactancia materna para todos”. Una forma efectiva de abordar los desafíos actuales en torno a la lactancia materna es combinando educación y apoyo. Esto incluye la implementación de políticas y actitudes que valoren y respalden a las madres lactantes, un sistema de salud que favorezca a las mujeres y promueva la lactancia, respeto por la autonomía de las madres para amamantar en cualquier lugar y momento, y una sólida red de apoyo comunitario.
La autora es pediatra, profesora y directora de la Escuela de Medicina de la UNPHU