El reto de Abinader (¿)
Desde que aspiró a dirigir el pais en el 2020, hasta ahora que inicia su segundo mandato, el presidente Luis Abinader ha tenido a favor para gobernar tranquilo o sin mayores tropiezos la realidad de representar un liderazgo sin competencia en su organización y de encontrarse, en las dos pruebas en las urnas, con una oposición dividida o cuando menos en una pretendida alianza tardía o “rara” que le franquearon el camino al poder.
A partir de ayer, con el control de todas las estructuras de poder del pais, el gobernante - que ha enfatizado que no abusará ni usará ese control y mayoría absoluta de que dispone para aplastar con decisiones atinentes asuntos institucionales de intereses general – tiene ante sí el gran reto de cumplirle a la nación con lo que le ha prometido y lograr que las reformas que propone, especialmente la controversial reforma a la Constitución, le salga bien y no le ocasione traumas ni retrocesos al país.
De todos modos, si la suerte esta echada y la decisión tomada, solo habría que esperar que las cosas, finalmente, salgan bien o con el daño menor. Para ello, hay que esperar que se dé la búsqueda del consenso prometido por el jefe del Estado y que los estrategas oficiales, como han hecho otras veces y anunciara ahora el Jurídico Antoliano Peralta con el articulo 174 relativo al Consejo Superior del Ministerio Público, rectifiquen cuando la presión social y el sentido político adviertan sobre un eventual peligro o contrasentido institucional.
En la coyuntura actual, Abinader se encuentra en la disyuntiva de relanzar y oxigenar el nuevo gobierno, con caras nuevas y frescas y el imperativo de no correr riesgos ni improvisar con nuevos titulares en áreas muy sensibles y determinantes para la estabilidad macroeconómica y la paz social del pais. El momento es delicado y el reto es muy grande, con o sin reforma, ya sea constitucional, tributaria o de la seguridad social.
A los que había -o hay- que cambiar es los “bueyes cansados”, no a gente que ha hablado con resultados donde están. Pericia, contactos y factor confianza del Gobernador Héctor Valdez fuera de serie, son los casos del Super de Bancos, del canciller Álvarez, de Banreservas, de Aduanas y de Obras Públicas, donde hay que seguir y terminar, no ir a aprender.