Presidente Abinader ponga candados económicos a la Constitución

Hay que felicitar al Presidente Abinader por consultar al pueblo sobre una propuesta de reforma a la constitución. Lo ha hecho formulando cuatro preguntas, vía la aplicación de Whatsapp y utilizando el método de respuestas cerradas (sí o no). Las leí y contesté que “Si” a las cuatro interrogantes. Sin embargo, me dije a mi mismo que me hubiera gustado más si hubiese sido posible hacerlo vía “Interacción Digital”.

La interacción digital hubiera logrado hacer un debate más amplio con la implementación de la plataforma interactiva que permite un intercambio entre las dos partes. De esa forma podríamos expresar nuestro parecer en cada pregunta. Reconozco que no es fácil hacerlo y quizás en un futuro se podrá utilizar los dos métodos. Es decir el de respuestas cerradas dirigido a toda la nación y el de interacción digital dirigido a sectores específicos de la sociedad. Esas preguntas se harían incluyendo un breve contenido explicativo del tema que se consulta. Esto maximizaría la eficacia de un proceso de esa naturaleza. No obstante lo que el Presidente Abinader ha hecho en estos momentos, utilizando el método de respuestas cerradas, es un gran avance. El solo hecho de consultar al pueblo ha sido un paso muy positivo para poder tener una democracia más participativa.

Como hace un tiempo el Presidente Abinader, habló de poner un candado constitucional a la reelección presidencial, lo cual creo muy conveniente. Esa iniciativa me hizo recordar algunos eventos de mi extenso tránsito por la administración pública donde he tenido situaciones en las cuales tuve que poner candados y topes a variables económicas. Mencionaré sólo un caso, el de los candados debido a las limitaciones de espacio. Siendo Ministro de Comercio, uno de los mandatos que me había dado el Presidente era buscarle una solución al enorme gasto y al mal manejo que se tenía con el subsidio al gas propano que se utiliza para cocinar y como combustible en motores y automóviles. El primer día al llegar a la sede de ese ministerio pregunte donde estaban los cupones azules que se utilizaban para dar el subsidio. Me indicaron una habitación y varios armarios. Decidí ponerle diversos candados a la habitación y a los armarios. Es decir, eliminé los cupones y permití que el precio del gas, lo decidiera el mercado libremente sin subsidio. No hubo protestas callejeras y ahí terminó el subsidio y también los problemas del manejo inadecuado del subsidio al gas propano.

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