Don Andrés
El anuncio de que Andrés Porfirio Bautista Alcántara será a partir del 16 de agosto el próximo ministro Administrativo de la Presidencia ha sido recibido con gran beneplácito.
Y es que aparte ser una persona de grandes condiciones profesionales y humanas, la designación de don Andrés desagravia y reivindica ante la sociedad a un hombre que fue víctima de una de las confabulaciones más perversas que puede registrar el ejercicio político.
Bautista fue injustamente involucrado en el caso Odebrecht en 2017 por lo que tuvo que recibir –y resistir- fieros embates de una cruel acusación de la cual, y como era de esperarse, fue descargado por los tribunales en 2022.
En nuestro esquema, el ministro Administrativo viene a ser una especie de brazo operativo del gobierno central y una figura de extrema importancia en el Poder Ejecutivo y muy específicamente del presidente de la República.
De ahí la importancia de la selección de Andrés Bautista, abogado, agrónomo y empresario. Cuatro veces senador por la provincia Espaillat (1994-2010) y presidente del Senado (2001-2003 y 2004-2006) quien acumula una gran experiencia pública y privada.
A todo esto se adiciona su amplio conocimiento del Partido Revolucionario Moderno (PRM), sus estructuras y su militancia, ya que fue de sus fundadores y su primer presidente desde el 2014 al 2018.
Pero una de las facetas que más destacan en el próximo ministro es, aparte de su decencia y caballerosidad, su gran capacidad conciliatoria y negociadora que le permitió como coordinador de la comisión de alianzas con otros partidos, haber logrado acuerdos con 20 organizaciones políticas para el triunfo electoral del PRM en primera vuelta.