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CONTROVERSIA

El fallido magnicidio contra Trump

Al caer la tarde del sábado Estados Unidos y el mundo fueron estremecidos con la noticia de que el expresidente y candidato presidencial republicano favorito en las encuestas Donald Trump, había sido objeto de intento de asesinato y herido en su oreja derecha, por disparo de un francotirador que se encontraba a cientos de metros fuera de la actividad proselitista del Partido Republicano.

La mano poderosa de Dios hizo el milagro. Trump movió su cabeza en fracciones de segundos cuando su agresor apretaba el gatillo, lo que varió el ángulo de tiro por unos milímetros, que fue la diferencia entre la vida y la muerte del ex mandatario y candidato presidencial. Pero el milagro también salvó a Estados Unidos de un desastre que lo hubiera llevado al borde de una guerra civil.

¿Cuál hubiera sido la reacción de más 80 millones de seguidores de Trump, al ver por televisión su cara destrozada por una bala asesina? Nadie lo puede saber con exactitud, pero creo que las revueltas violentas se hubieran producido en cadena en todo Estados Unidos con secuela de tragedia incalculable, debido a la polarización y fanatización que afecta al pueblo norteamericano.

No hay duda de que la retórica anti Trump de que “representa un peligro para la democracia”, de que “es un nuevo Hitler en potencia”, y un “delincuente”, incita a la violencia contra él ya que muchos podrán entender equivocadamente que asesinándolo le hacen un favor a los Estados Unidos. Esa es la raíz del problema del debate actual en los Estados Unidos. Pero, el fallido magnicidio deja otras interrogantes claves: ¿Quién era el francotirador, que a la hora de escribir este artículo ya se conoce su identidad? ¿Actuó sólo o fué parte de un complot? ¿Tuvo ayuda o coordinación con agentes de autoridad? ¿Hay gobiernos extranjeros detrás, para los cuales la llegada de Trump es un dolor cabeza?

Muchas preguntas importantes qué despejar, que sólo una investigación seria determinará. Pero lo cierto es que da mucha pena y tristeza ver a Estados Unidos atravesando por lo que estamos viendo. Y para agravar más la situación, todo lo ocurrido sucede en momentos en que el Partido Demócrata está dividido, con un creciente número de dirigentes y legisladores pidiendo al presidente Biden que se aparte de la carrera presidencial por motivos salud.

Desde aquí condenamos el intento de asesinato del expresidente Trump y pedimos a Dios que lo siga protegiendo a él y con él a la paz de Estados Unidos. Que su noble pueblo pueda, unido, resolver sus diferencias, por graves que éstas sean, de forma pacífica y civilizada, en democracia, de la cual ha sido símbolo por siglos.