Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

enfoque

Ansiosos por colaborar

La proximidad de una anunciada reforma fiscal, luego de concluida la primera – que terminó siendo la única – vuelta electoral, fue como si se hubiera lanzado a los cuatro vientos un llamado general a la opinión pública. De repente, comenzaron a aparecer documentos en los que sus autores presentaron puntos de vista acerca de la reforma, varios de ellos conteniendo propuestas valiosas, algunas muy elaboradas, las cuales evidentemente habían sido preparadas o concebidas desde bastante antes de los comicios. Otros fueron más modestos en su alcance, pero aun así interesantes, enfocándose en identificar peligros a ser evitados, y lineamientos esquemáticos a ser seguidos.

Fue como si súbitamente se hubiese manifestado un deseo incontrolable por hacer algún aporte que sirviera para la reforma, razón por la que pareció perentorio proceder con la presentación con la mayor premura, a fin de que esos aportes fueran conocidos antes de que el proyecto oficial fuese publicado.

Podemos suponer que esa inmensa disposición para colaborar proviene del deseo de que la reforma sea la mejor posible, y que marque un ante y un después en materia fiscal, cumpliendo cabalmente con la lista de objetivos, tales como equidad, eficiencia y varios otros, que se han venido mencionando.

Pero no hay duda de que es posible también que existan motivaciones algo más individuales, surgidas de intereses personales y grupales. En ese sentido, los aportes actúan como advertencias, en cuanto a que tal o cual sector no debe ser afectado por la reforma. Afectado, por supuesto, significa en este contexto que se le requiera pagar más impuestos, sean éstos directos o indirectos, para lo cual se describen las ominosas consecuencias que tendría hacerlo.

Desde ese ángulo, la reforma es necesaria, es una buena idea, y puede promover el progreso del país, siempre que las cargas tributarias adicionales recaigan sobre otros sectores económicos. Llama la atención que esa proliferación de declaraciones y documentos no responde a una solicitud del gobierno para que le hagan llegar sugerencias. En cambio, la impresión que se deriva de los señalamientos gubernamentales es que las autoridades saben lo que quieren conseguir y cómo conseguirlo, y que confían en que de la discusión posterior del proyecto emergerá una iniciativa nacional, por vía de la cual el país asumirá una especie de compromiso colectivo para poner en ejecución las disposiciones que sean aprobadas.

La discusión del proyecto se llevará a cabo en presencia de una realidad política, que se distingue por la capacidad del gobierno, dada su mayoría legislativa, para decir que ya basta si no se logra un consenso, y entonces actuar por su cuenta.

Tags relacionados