Dossier Diplomático
En torno a la carrera diplomática
En la actualidad, la “diplomacia organizada es la única institución capaz de garantizar en el exterior la representación permanente del Estado y la continuidad en la atención de sus intereses” (De Icaza). Consecuentemente, los asuntos concernientes a las relaciones exteriores, y particularmente a las misiones diplomáticas, demandan un manejo inteligente, debidamente fundamentado, en consonancia con la complejidad y diversidad de las cuestiones que incluyen sus responsabilidades, en las que destacan especialmente asuntos económicos y comerciales.
La trascendental importancia adquirida por las relaciones internacionales ha sido un factor fundamental para la creación y desarrollo en los Ministerios de Relaciones Exteriores, de centros académicos para la formación, especialización y periódicas y, bien fundamentadas, actualizaciones del personal en ellos designado (Servicio Exterior y Cancillería).
La labor de dichos centros debe sustentar adecuadamente las Carreras Diplomáticas respectivas y suele ser fundamental para asegurar la eficacia en la representación del Estado en cuestión, entre otros esenciales beneficios.
En el ámbito del Derecho Diplomático el calificativo “de Carrera” se refiere a una estructura jerarquizada en diferentes posiciones, rangos, o categorías que el funcionario, previa preparación e imprescindibles requerimientos, va escalando por un determinado sistema de ascensos.
Los referidos centros académicos deben garantizar que la selección de los “candidatos” para el inicio de la mencionada Carrera se lleve a cabo mediante un estricto “concurso público nacional descentralizado”. A dichos candidatos, luego de seleccionados, debe requerírseles aprobar un curso “básico de formación, generalmente a nivel de maestría”.
La Carrera Diplomática se inicia al obtener el rango de Tercer Secretario, conforme a parámetros internacionales, que es el“rango menor” del escalafón. Periódicamente, cada tres o cuatro años “según su categoría”, mediante rigurosas evaluaciones y otros procedimientos, los designados como Terceros Secretarios podrán ascender paulatinamente, conforme al estricto cumplimiento del escalafón establecido, hasta llegar al rango de mayor nivel, generalmente, el de Embajador.
Cabe resaltar que en la República Dominicana, previo a la puesta en vigor de la actual Ley Orgánica del MIREX (Ley 630-16) y su normativa complementaria, que establecieron nuevos requerimientos, igualmente conforme a parámetros internacionales, para la Carrera Diplomática, en virtud de acuerdos interinstitucionales entre el MAP y el MIREX, se sometió a los funcionarios que habían adquirido la condición “de Carrera” (conforme a la entonces vigente ley 314-64) a un proceso de validación, de acuerdo a requerimientos institucionales, académicos y personales, cuyos resultados se hicieron patentes en el Decreto 366-12. Posteriormente, han sido emitidas resoluciones con propósitos semejantes.
Procede precisar, que en países donde se ha establecido dicha Carrera suele reservarse un cupo de plazas de Embajadores (frecuentemente “mediante cuotas”), para atender compromisos (de carácter político, entre otros) de los respectivos Mandatarios. A estas misiones se les suele dotar como soporte de funcionarios de Carrera, con capacidad para auxiliar debidamente a tales Embajadores.
Finalmente, debe destacarse, que el diplomático de hoy debe ser: un eficiente negociador; un analista político y económico; un promotor comercial y de canalización de la inversión extranjera hacia su país, y también de la cooperación y, asimismo, un agente de protección de los intereses y de los nacionales del Estado que representa (personas físicas y jurídicas), y de la cultura e identidad de la propia nación.