CONTROVERSIA
Los debates y la democracia dominicana
- Desde el 22 al 24 de abril, nuestro país tuvo la oportunidad de presenciar una serie de debates políticos organizados por distintos grupos empresariales. El 22 fueron los tres contendientes a la senaduría de Santiago y el Distrito Nacional, el 23 las candidatas vicepresidenciales de los tres partidos punteros en las encuestas y el 24, los tres candidatos a la presidencia de la República (entre ellos el actual presidente y un tres veces presidente).
- Históricamente, el debate político entre los candidatos no ha sido uno de los fuertes de nuestro sistema democrático y, a pesar de esto, hemos contado con 58 años de una considerable estabilidad política y económica, a diferencia de otros países de la región latinoamericana. El primer gran debate ante audiencias nacionales ni siquiera fue entre varios candidatos, sino entre entonces candidato a la presidencia de la República, profesor Juan Bosch y el sacerdote católico Lautico Garcia, en donde este último acusaba a Bosch de ser de tendencia comunista, mientras que Bosch desmentía la acusación echa en su contra.
- A lo largo de los años, la idea de un debate presidencial siempre ha quedado como una ilusión y no una realidad concreta en el imaginario de muchos ciudadanos. En 1996, un joven Leonel Fernández reto al Dr. Peña Gómez a un debate presidencial, pero este último declino la oferta.
- Mas tarde, en el 2008, el candidato Vargas Maldonado reto al entonces presidente Fernández, este último declinando la oferta bajo el alegato de que: "Para que haya un debate, mis contrincantes tendrían que saber conceptualizar y si usted observa hay déficit de conceptualización. Entonces frente a eso ir a un debate carecería de sentido, es una ridiculez. Hay una severa crisis de pensamiento, entonces no es ponerse a eso”.
- En 2016 se realizó el más amplio esfuerzo de debate político, siendo el debate presidencial el más concurrido, con figuras de la talla de Luis Abinader, Minou Tavarez Mirabal, Pelegrin Castillo, Guillermo Moreno o Hatuey De Camps, solo falto el entonces presidente de la República, Danilo Medina. Aunque en 2020 la tensión política y el repudio al PLD en ese momento demandaron debate político de la sociedad, la emergencia del COVID-19 sirvió de excusa para que no se realizaran los debates presidenciales, pero si los congresuales del Distrito Nacional.
- Para 2024, organizaciones como el CODESS magnificaron los debates electorales, en donde candidatos a regidores, alcaldes, diputados, senadores, y la mayoría de los presidenciales y vicepresidenciales que marcan menos de 5% en las encuestas.
- Todo esto se ha venido dando en la medida de que una generación de votantes cada vez más jóvenes y que da seguimiento constante a los procesos electorales internacionales ha iniciado a demandar las mismas prácticas de transparencia que ven en otros países, de tener la posibilidad de ver ideas y propuestas contrapuestas entre aquellos que dicen ser los más aptos para dirigir el país.
- Lo que hizo que el debate presidencial del 2024 sirviera como precedente, es el hecho de que un presidente buscando ser reelecto fuese el primero en decir que asistía, cuando la respuesta de sus antecesores recaía en que “el que ta ganao no debate”. Abinader subió la vara en cuanto a lo que un incúmbete (en todos los reglones) debe ser hacer en pro de un proceso más transparente y responsable.
- Independientemente de lo que podamos pensar de los candidatos, tanto políticamente como individualmente, o del formato mismo del evento, el debate del 24 de abril fue un ejemplo civismo político, coherencia y voluntad de fortalecer y mantener el sistema democrático dominicano. Ya ningún futuro candidato podrá escabullirse fácilmente de decir lo cree sobre como pretende dar cara a los problemas nacionales.
- ¿Y a ti, que te pareció el debate?