EL BULEVAR DE LA VIDA

Los axiomas del triunfo

A continuación, les presento cuatro axiomas de las ciencias y la comunicación política que explican parcialmente los resultados de las pasadas elecciones.

1. Quien no aprende de los errores ajenos se equivoca.

El PRM ganó las elecciones porque fue capaz de aprender de los errores ajenos. En cambio, el PLD fue incapaz de aprender de los propios... y así le fue.

2.- Sin unidad no hay victoria.

Con su capacidad para incluso burlarse de sí mismo, controlando el ego que según los budistas “siempre es el enemigo”, Luis Abinader concentró sus esfuerzos en unificar a su organización antes de iniciar la guerra electoral. Fue así como logró neutralizar a dos de los cinco mejores discursos de la fauna política nacional, el de Guido Gómez Mazara y el de Ramón Alburquerque. Y es que, con esos dos tribunos lanzados a la “calle del medio”, atrincherados de sabios argumentos bien expuestos, narraciones estadísticas o emocionales sazonadas con un poquito de ITBIS, la historia hubiese sido diferente. No olvidemos que una segunda vuelta hubiese puesto en grave peligro la victoria del PRM.

3. Nunca se debe pelear en dos frentes a la vez. Por eso, desde el 17 de agosto de 2020, -como a las once-, el PRM escogió como adversario al PLD que acababa de salir del poder luego de 16 años de gobierno que le permitieron crear su propia burguesía, transformar el país en sus normativas jurídico-institucionales (con nueva Constitución incluida) y hasta levantar una infraestructura física a la vista de todos. Además del debido agradecimiento por el apoyo recibido en 2020 que decretó la salida del poder de ese PLD (Morado Medina), el otro PLD, -el verde Fernández- , el Partido Fuerza del Pueblo fue el gran beneficiario de este axioma. Por eso, en casi cuatro años, al Ministerio Público no le ha alcanzado el tiempo para combatir los supuestos actos de corrupción cometidos antes de 2012.

4. En una campaña electoral siempre hay que “barre’i pa’ dentro”.

No fue en Atenas, pero sí en el Cibao donde nació esa sentencia fundamental, que ni Mr. Axelrod al asesorar a Obama, ni Gutiérrez-Rubí al hacer lo propio con Petro, en Colombia; Monedero con Podemos, o el mismísimo Mauricio De Vengoechea con Abinader fueron capaces de inventar: En una campaña electoral siempre hay que barrer hacia adentro, ya aparecerán camas para tanta gente.