PUNTO DE MIRA
Abinader quiere ser reformista
El asesor del presidente Luis Abinader dijo que se quedará con el mandatario para ayudarlo a construir su legado que será de las reformas lo que significa un nuevo encuadre del Estado con leyes nuevas, eliminación o modificación de actuales, así como la creación o eliminación de estructuras.
Para hacer esto no requiere de nada porque tiene un Congreso al alcance de la mano.
Desde principios de su gobierno Abinader dijo lo que quería y centró su estrategia electoral en obtener un Congreso propio. Ya lo tiene y ahora vuelve con la misma táctica de convocar a la oposición a una mesa de conversaciones que en el pasado no dio resultados porque su gabinete no estaba preparado.
A principios de su gestión se intentó colar una reforma tributaria que fue rechazada por la oposición y se habló de la reforma constitucional con dos temas urticantes como son el método de elección presidencial y el marco de acción del Procurador de la República
En la mente del presidente esa intención sigue vigente y ahora no requiere del concurso de la oposición para hacerlas realidad. Sin embargo, hace gestiones para darle ancha base a sus propuestas y convoca a encuentros para esos fines.
Estas intenciones reformadoras pueden ser una tablita de picar carne para la oposición. Durante esta gestión Abinader presionó la oposición y con su maquinaria de propaganda la anulo sus voces o la sumó a su campaña, como fue el caso del despliegue militar contra Haití en un momento que se requería de negociaciones diplomáticas.
Ya Abel Martínez aceptó, aparentemente, actuar en el convite y aunque carezca de la representación legal del PLD, es una voz sonora. Leonel también acepto reunirse con el presidente de la República quien conoce la vocación de concertador que tiene el líder de la Fuerza del Pueblo.
Leonel está acostumbrado a que no se cumpla la palabra empeñada y espero por la reunión para saber qué se acordó ya que el tema de reforma constitucional es un tema sensible al exmandatario
Abinader tiene la mayoría congresual y como sabe que navegará en difícil mar social busca eludir el oleaje encrespado. Para calmar los ánimos en lontananza inició, hacia lo interno del partido, con la inteligente movida de convocar a los aspirantes presidenciales que deberán apoyar su gestión para obtener reciprocidad. Con esto disuelve la idea de obtener popularidad a costa del presidente y tiene su partido afilado contra la oposición.
Las intenciones de reforma constitucional puede ser un trompo embollado que permita al mandatario volver a competir y la reforma tributaria un nido de confrontaciones, pero Abinader se ha jurado ser un presidente reformador cuando yo esperaba que su legado fuera de constructor, pero él es quien tiene el pandero y quizá sepa que no hay candado inviolable ni reforma que no puede ser reformada.
Así mismo que no haga a los aspirantes perremeístas lo que hizo Danilo de querer eliminar modificar el nunca más y al fallar cubió a sus compañeros cuando impuso como candidato del PLD a Gonzalo Castillo.
Hay pasos políticos que no tienen que aguardar el próximo periodo de gobierno y, como es un gobierno reelecto, no habrá el periodo de gracia de los 100 días, por eso que vemos la confrontación está a punto de caramelo y en el escenario social estarán presentes los reclamos que se le hacían a Abinader de las dificultades con los servicios públicos, así como el cumplimiento de las promesas pendientes.
En el camino está el peñón que significa el próximo presupuesto del país y si tomarán préstamos para nivelarlo.
Que nadie abandone sus asientos que el juego se puede calentar.