Las protestas pro-palestina: ¿Antisionistas o antisemitas?
Las protestas antiisraelíes en la Universidad de Columbia y otros centros de estudios han sido sobredimensionadas por varios medios masivos de información, pero eso no es motivo para dejar de denunciar la mentira de los manifestantes de que no son antisemitas, sino solo “antisionistas”.
Veamos los hechos. En primer lugar, aunque varios grandes medios están cubriendo estas protestas como si fueran un fenómeno masivo, no lo son.
Lo que ocurre es que están teniendo lugar en Nueva York, la sede de los principales medios estadounidenses, y más específicamente en la Universidad de Columbia, donde muchos periodistas –incluido el que esto escribe– hemos estudiado.
Aunque casi 900 manifestantes propalestinos han sido arrestados en Columbia y otras universidades, esta cifra palidece en comparación con los 14,000 arrestos que se produjeron en las protestas de Black Lives Matter de 2020 tras la muerte del afroamericano George Floyd en manos de la policía.
En segundo lugar, los manifestantes propalestinos se están engañando a sí mismos y a los demás cuando dicen que no son antisemitas.
Khymani James, uno de los líderes estudiantiles del Campamento de Solidaridad con Gaza de Columbia, publicó en las redes un video de él mismo diciendo que “los sionistas no merecen vivir”. Más tarde se disculpó, tras una ola de críticas.
Otro líder de la protesta en Columbia gritó: “Tenemos sionistas que han entrado al campamento”. Decenas de sus compañeros repitieron sus palabras en coro, como muestra un vídeo publicado por The New York Times.
Muchos de los jóvenes manifestantes dicen que no son antisemitas, sino “antisionistas”, con lo que intentan decir que no están contra el pueblo judío, sino sólo contra el Estado de Israel.
Sin embargo, eso equivale a ser antisemita, porque señala a los judíos como el único grupo étnico que supuestamente no tendría derecho a tener su propia patria.
¿Por qué los “antisionistas” se oponen al derecho de Israel a tener un estado judío, y no se oponen a que Irán o cualquier otro de los 27 países musulmanes tengan el Islam como religión oficial? ¿Por qué Arabia Saudita puede ser un país islámico, e Israel no puede ser un país judío? Otra cosa sería protestar contra el actual gobierno de Israel, o de cualquier otro país, sin negar la legitimidad fundacional de Israel como un estado judío.
“El antisionismo es antisemitismo, en intención o efecto”, dice la Liga Antidifamación de Estados Unidos. “Se utiliza para privar de sus derechos, demonizar, menospreciar o castigar a todos los judíos y a aquellos que sienten una conexión con Israel... o hace que los judíos sean menos dignos de tener una nación y derecho a la autodeterminación que otros pueblos”. Además, cuando los estudiantes propalestinos corean su slogan “del río hasta el mar”, están clamando por la desaparición de Israel.
Están negando el hecho de que Israel fue creado en 1948 y admitido en las Naciones Unidas en 1949 con el apoyo de docenas de naciones, incluidos Estados Unidos, la ex Unión Soviética y China.
Además, las afirmaciones de los estudiantes que Israel está llevando a cabo un “genocidio” en Gaza son muy cuestionables. Uno puede tildar de excesiva la respuesta militar de Israel al ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre - que ha dejado 34,000 muertos en Gaza, por lo menos la mitad de ellos civiles - pero la definición de un “genocidio” es un acto intencional de exterminio a todo un grupo étnico.
El ataque militar de Israel en Gaza no tiene como objetivo exterminar al pueblo palestino, sino al grupo terrorista Hamás que inició esta guerra y que tiene como objetivo explícito la eliminación de Israel. El ataque inicial de Hamás contra la población civil de Israel dejó 1,200 muertos y 250 rehenes, incluyendo abuelas y bebés.
Los estudiantes propalestinos tienen todo el derecho a protestar contra el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, o contra cualquier otro gobierno.
Pero declararse “antisionistas”, negar el derecho de Israel a existir y denunciar falsamente un supuesto “genocidio” en Gaza sin condenar el ataque de terrorista de Hamás que desencadenó esta guerra es puro antisemitismo. No se están ayudando a sí mismos ni a la causa palestina.